Un jurado popular ha considerado culpables de homicidio a los dos hermanos acusados de acabar con la vida de un pariente lejano en 2008 en la localidad de Villaobispo, en el alfoz de la capital leonesa.

El veredicto ha sido hecho público  tras finalizar  el juicio que se ha desarrollado en Audiencia. Uno de los acusados, Francisco Manuel M.F., ha sido declarado culpable por unanimidad mientras que su hermano Mariano por mayoría (7 a 2).

El fiscal ha pedido 13 años de prisión y tres meses para Francisco Manuel M.F. y 14 años y 6 meses para su hermano al aplicar en el caso del primero el atenuante de drogadicción en el momento de los hechos y ha reclamado su ingreso en prisión, lo que ha sido rechazado por la defensas hasta que se conozca la sentencia.

Además, ha reclamado que ambos indemnicen solidariamente a la familia de la víctima en la cantidad de 100.000 euros a los hijos, la misma cantidad a la pareja del fallecido y 25.000 euros para la madre.

En la primera jornada del juicio, los dos acusados, Francisco Manuel y Mariano M.F., negaron que cometieran los hechos por los que han sido y aseguraron que no tenían ningún problema con la víctima.

Según la calificación de la Fiscalía, que pide para los acusados sendas penas de trece años de prisión por homicidio y un año y medio más por tenencia ilícita de armas, a primera hora de la tarde del 8 de noviembre de 2008 los dos hermanos acabaron con la vida de una pariente lejano con el ya habían mantenido anteriores enfrentamientos.

El ministerio público subraya que los dos acusados habían tenido enfrentamientos con los familiares del fallecido en sendos tiroteos en Plasencia y Coria (Cáceres) en octubre de 2006 y septiembre de 2008, respectivamente.

La Fiscalía sostiene que el móvil de la agresión fue que acusados y víctima pertenecían a clanes de mercheros que llevaban tiempo enfrentados a causa del tráfico de drogas.

Afirma que los dos acusados, quienes supuestamente residían en Villaobispo desde unos meses antes del tiroteo, aparcaron un vehículo en la calle y, poco después, la víctima se bajo de otro coche, en el que estaba con dos hermanos, y disparó inicialmente a los acusados con una escopeta.

Los procesados respondieron a la agresión utilizando sendas armas cortas con las que realizaron un total de diez disparos, uno de los cuales alcanzó a la víctima, que tenía entonces 31 años, en el costado, sin que haya podido probarse cual de los dos hermanos hizo el disparo mortal, según la acusación pública.

 

La detención de los acusados se produjo en abril de 2018 en Salamanca, en una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional, mediante la que fueron arrestadas seis personas pertenecientes al clan conocido como Los Manueles y desarticularon una organización criminal dedicada al narcotráfico supuestamente implicada en un intento de homicidio en la capital salmantina.

Inicialmente ingresaron en prisión, donde permanecieron diez meses, hasta su puesta en libertad a la espera de juicio, que se ha retrasado más de un año a causa de la pandemia.

Como informó LA MAÑANA  de Radio Interior cuando ocurrieron los hechos, el falelcido, un vecino de Moraleja, A. R. F. de unos 30 años, era asesinado en Villaobispo de las Regueras (León) al parecer en un tiroteo en el que se enfrentaron dos grupos formados, al menos, por tres personas cada uno. La Policía Local de León localizó en esta ciudad un Peugeot 406 azul en el que supuestamente se dieron a la fuga el grupo de personas que participaron en el suceso, según informa Efe. Además, la Guardia Civil también ha detenido como «presunto implicado en el tiroteo» a un hermano de la víctima, J. R. F., de 43 años.

El asesinato se produjo sobre las 13.30 horas cuando, según la Subdelegación del Gobierno de León, tres personas salieron corriendo de un portal disparando con un «arma corta» hacia un grupo de otras tres personas que les perseguían portando también un arma, en este caso una escopeta de cañones recortados.

A consecuencia del tiroteo, A. R. F., de unos 30 años, falleció después de que varios jóvenes asaltaran al fallecido y le dispararan varios tiros, quedando tendido en una calle del municipio de Villaobispo de las Regueras, donde residía.