Miles de voces con un solo mensaje, el del rechazo y la condena hacia la violencia machista que se ejerce sobre las mujeres, se ha escuchado esta tarde en las manifestaciones que han recorrido las calles de numerosos municipios extremeños, en las que también ha habido recuerdos emotivos hacia quienes fueron asesinadas por el mero hecho de ser mujeres.

En Badajoz, la puerta de los juzgados ha sido el punto de encuentro desde donde han partido la manifestación convocada por la Asociación de Mujeres Progresistas.

Con una pancarta en la que se podía leer «El silencio nos mata, rompamos el silencio» como punta de lanza y una climatología despacible a causa de la lluvia, ha comenzado la reivindicación que ha concluido en la plaza de San Atón.

Al frente del recorrido han estado personalidades políticas como la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco; la consejera de Igualdad, Isabel Gil Rosina; y el vicepresidente primero de la Diputación de Badajoz, Ricardo Cabezas, entre otras personalidades.

También han participado la presidenta de la Asociación Mujeres Progresistas de Badajoz, Isabel Franco, y la periodista Choni Martínez, quién ha sido la encargada de leer un manifiesto.

En la protesta ha destacado el color morado, símbolo de esta lucha, con paraguas, pañuelos y bolsos que tenían inscritos «La violencia machista quema, exigimos protección».

En Plasencia, la Plataforma Feminista se ha manifestado por las calles de la capital del Jerte bajo el lema «Somos el grito de las que ya no tienen voz» con motivo de este 25 N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Tras partir del parque de la Coronación, las asistentes, que han desplegado una pancarta con los lemas «Hartas», «El amor no es la hostia» y «Somos la voz de las que ya no están», han elevado diversos mensajes, como «No seas cómplice, rompe tu silencio» y «maltrato machista, respuesta feminista».

La manifestación ha finalizado en la Plaza Mayor con lectura de un manifiesto y un acto en memoria de todas las mujeres asesinadas.

«Este 25N de nuevo volvemos a la calle, no podemos ni debemos estar quietas ante las cifras que año tras año, mes tras mes, día a día se repiten y aumentan. Son cifras de la vergüenza, son cifras para los gobiernos, pero no para nosotras, pues son mujeres, niños y niñas víctimas de una violencia machista que no cesa», ha afirmado el colectivo.

La Plataforma Feminista de Plasencia ha destacado que los datos «obligan a seguir en una lucha de todos y todas», entre ellos que 1.100 mujeres han sido asesinadas desde 2003; que 320 menores desde el 2009 han quedado en situación de orfandad; que existen más de 1.700.000 denuncias registradas desde el 2009; y que se han producido 69 «feminicidios en este año».

«Esto debería hacernos reflexionar y ser conscientes del largo camino que aún queda por recorrer social y políticamente y por eso exigimos que el pacto de estado del 2017 se cumpla y que la ley de violencia de género evolucione», ha señalado la plataforma.

Bajo el lema «#Hartas de la violencia machista», la asociación Malvaluna, convocante de la protesta en Mérida, ha reunido a decenas de mujeres que se sienten «hartas de que nos asesinen, nos violen, alquilen nuestros cuerpos, nos prostituyan, negocien con nuestras vidas y nuestra libertad, solo por ser mujeres».

«Mi abuela luchó, mi madre luchó y aquí estoy ahora luchando yo», «no son muertes, son asesinatos» y «No es un caso aislado, se llama patriarcado», han sido algunos de los lemas coreados por las personas participantes.

En opinión de las personas asistentes, «se sigue normalizando e invisibilizando la violencia machista», por lo que otro año más han salido a la calle para manifestar su rechazo al sistema patriarcal.

En lo que va de año Malvaluna ha atendido a 137 mujeres, a las que han prestado asistencia jurídica, social y psicológica.

De estas atenciones, y de la experiencia que han venido acumulando, ha resaltado que se ha producido un incremento de la violencia sexual de un 17 % con respecto a 2018. Además de ese incremento, han observado que los chicos jóvenes están teniendo como modelo sexual la pornografia.

«La ausencia de educación sexual está teniendo peligrosas consecuencias porque en ella las mujeres son consideradas objetos, cuerpos cosificados al servicio de la sexualidad masculina», ha considerado Malvaluna.

Asimismo, les preocupa que «las mujeres no recuperen la confianza en la justicia, y no lo hacen porque seguimos teniendo un sistema judicial en el que actúa bajo estereotipos de género» y que «no aplica el principio de igualdad como inspirador del derecho».