El Ayuntamiento de Cáceres solicitará a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) la declaración del acuífero El Calerizo como masa de agua para que, toda vez que sea declarado, se aplique la normativa vigente relacionada para protegerlo, «lo que será un gran paso para su recuperación, conservación y protección».

Se trata de una moción presentada por el propio alcalde Luis Salaya, que asumió la Concejalía de Medio Ambiente y que el pleno del ayuntamiento ha aprobado este jueves, con el voto en contra de los concejales de Ciudadanos (Cs) Raquel Preciados y Antonio Ibarra. El otro edil de Cs, Antonio Bohigas, se ha saltado esta votación.

La primera teniente de alcalde, María José Pulido, ha destacado que esta moción, «se hace eco de una demanda de la Plataforma Salvemos la Montaña, y desde el convencimiento de que las cuestiones relativas al agua son fundamentales porque están estrechamente ligadas a la salud, la pobreza, el hambre, la educación, el desarrollo económico, etc».

En Cáceres, ha añadido, «todo eso ha sido propiciado» por este enclave y ahora, que «por el uso inadecuado, ha perdido caudal y la calidad de su agua, estamos a tiempo de restaurar los valores que El Calerizo nos ha aportado».

Según Pulido, es el momento de retomar la defensa de este «patrimonio natural», de esta reserva de agua con el fin de «impedir el deterioro, recuperar el buen estado cuantitativo y químico, racionalizar el aprovechamiento evitando la sobre explotación que rompe el equilibrio de la naturaleza».

En este sentido, el «primer paso» debe ser conseguir que la CHT le dé la calificación de masa de agua subterránea al Calerizo, para poder beneficiarse «de la protección legal».

Esta consideración de masa de agua supondrá «proteger, mejorar y regenerar las masas de agua subterránea y garantizar el equilibrio entre la extracción y la recarga a fin de conseguir el buen estado de las aguas subterráneas», que se alcanza «cuando tanto el estado cuantitativo como el químico son al menos buenos».

Por su parte, Cs ha señalado que su voto en contra se debe a la «convicción de que Cáceres necesita un cambio de modelo productivo y recuperar a los jóvenes que no ven futuro» en la ciudad.

Ibarra ha señalado que El Calerizo «no sólo afecta al entorno natural de la Sierra de la Mosca, sino a prácticamente la mitad del territorio municipal, que en unas zonas está desarrolladas y en otras por desarrollar: infraestructura, industria, viviendas, dotaciones públicas, etc».

«No sólo afecta al entorno de nuestra Montaña sino a aproximadamente la mitad del casco urbano», ha recalcado.