Extremadura Entiende ofrecerá atención psicológica y asesoramiento jurídico a personas que han sufrido lgtbifobia y también a sus familias, donde puedan encontrar un espacio seguro y abordar sus problemáticas desde una atención integral y multidisciplinar.
Así lo han anunciado a Efe desde la asociación, que pone en marcha este punto de atención, con la financiación de la Consejería de Igualdad y Portavocía de la Junta de Extremadura, en virtud de un protocolo de colaboración, que ha dado lugar a este servicio.
El recurso nace para asegurar la «igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales» y asegurar las «políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género en la Comunidad Autónoma de Extremadura».
También, aseguran que surge de la necesidad de dar respuesta a las violencias motivadas por la orientación sexual y la identidad de género, que se dan en la comunidad, la poca visibilización de estas situaciones y la normalización social de las mismas».
El objetivo es que las víctimas puedan encontrar un espacio seguro y favorecer la recuperación emocional, fomentar la búsqueda de identidad y reforzar la autoestima y autoconocimiento como puntos clave de la atención psicológica.
En cuanto al asesoramiento jurídico, en caso de ser necesario, servirá para «informar de los pasos a seguir para interponer una denuncia, acompañando a la persona en todo el proceso, si así lo solicita».
En palabras de la presidenta de Extremadura Entiende, Pilar Milanés, al estar en una región eminentemente rural, todavía existen «argumentos lgtbifóbicos normalizados»;,con expresiones del tipo «no hay mala intención en ellos», «ocurre en todas partes», «son cosas normales esos comentarios» o «no es para tanto», que «contribuyen a perpetuar este tipo de conductas y vulneran los derechos del colectivo».
Según Milanés, si eres mujer lesbiana, trans o bisexual la realidad es todavía más compleja, ya que no se cuenta casi con referentes públicos que ayuden a su visibilización y la comunicación de la orientación afectivo sexual depende de los espacios, más o menos seguros, que las mujeres encuentran.
Esta menor visibilidad, apuntan, impacta sobre las denuncias por LTBIfobia, ya que denunciar implica visibilizarse.
Por eso, la atención, el apoyo, acompañamiento y seguimiento a las personas que sufren discriminación «es esencial; pero también lo son las políticas de reconocimiento, protección y reivindicación de la diversidad afectivo- sexual y de género». EFE
