El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha confirmado un foco de encefalopatía espongiforme bovina (conocido popularmente como enfermedad de las  «vacas locas») en una explotación de Villar de Plasencia, en el norte de la provincia de Cáceres.

Fue a principios del mes de agosto, cuando se tomaron las muestras pertinentes para confirmar la presencia de la enfermedad en un animal de 13 años. Días después, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete de Madrid  confirmó la encefalopatía.

Este es el segundo caso registrado en 2021 del que se tiene conocimiento en España. El primero se detectó también en Extremadura. Fue en marzo, en una explotación de Zahínos, en Badajoz.

La encefalopatía espongiforme bovina (también, popularmente, la enfermedad de las vacas locas o enfermedad de la vaca loca) es una enfermedad causada por priones, y que se puede transmitir a los seres humanos a través del consumo de partes de animales infectados, sobre todo tejidos nerviosos.

La encefalopatía espongiforme bovina se caracteriza por la presencia de una proteína infecciosa anormal denominada prion en el tejido nervioso. La subsiguiente degeneración esponjosa del cerebro produce signos y síntomas neurológicos graves y fatales.