Carmen Gonzalo Campos vive en Moraleja y  lleva años cuidando de sus gallinas. Uno de los días que recogió los huevos de sus animales se dio cuenta de que había uno que era más grande de lo normal.

«Era más grande que uno de pava», pensó Carmen, que se hizo a la idea de  que tendría dos yemas o incluso tres y que esta sería la explicación para las grandes dimensiones del huevo.

La justificación no tuvo nada que ver con la realidad. Sólo unos días después de que encontrar el hallazgo, decidió abrirlo y ver cuántas yemas tenía. La sorpresa llegó cuando vio que dentro del huevo, había otro. «No lo había visto nunca», dijo Carmen, quien no daba crédito a lo que cayó en el plato tras cascar el huevo.

Carmen Gonzalo no dudó en hacerle fotografías y comentar lo que le había ocurrido. Pensó qué hacer con los dos huevos y tras confirmar que ambos estaban en perfectas condiciones los usó para preparar la cena.

Las gallinas de Carmen no son súper gallinas, son de raza negra y las compró en Moraleja. Tampoco comen nada extraordinario: pienso, maíz y restos de alimentos.

Lo cierto es que este fenómeno es poco frecuente, pero tiene una explicación científica. Sucede cuando una gallina no ha expulsado un huevo y ya ha formado el siguiente, de manera que el primero es absorbido por el segundo.

Los expertos explican que todo sucede porque la cáscara no recubre el huevo de las gallinas hasta que el organismo del animal no genera la yema, la albúmina y las membranas. Es entonces, cuando el conjunto tiene que bajar hasta el útero. Pero si la gallina ovula nada más formarse esta coraza, se produce un movimiento interno que succiona el huevo de vuelta hacia el lugar en el que se había formado.

Una vez allí, otro huevo lo recubre e impide que crezca más. Solo el último huevo se desarrolla con normalidad, y el primero queda atrapado en su interior para sorpresa de quien lo abra y encuentre lo que hay dentro.

New Scientist explica que el fenómeno de un huevo dentro de otro ocurre cuando la gallina ovula dos veces seguidas antes de expulsar el primer huevo.

«Es un caso raro, nunca pensamos que dentro de un huevo encontraríamos otro», añadió Carmen en declaraciones a LA MAÑANA de Radio Interior. «He abierto huevos con dos yemas, pero nunca había visto nada igual».

El hallazgo ha causado también admiración entre sus familiares y entre numerosos vecinos de Moraleja que han tenido la oportunidad de ver este fenómeno poco habitual y que, como todo, tiene una explicación científica.