La denuncia presentada hace dos años por un hombre de avanzada edad en el cuartel de la Guardia Civil de Navalmoral de la Mata ha permitido concluir una investigación que se inició en 2019 y que ha finalizado con la detención de tres personas a las que se imputan los delitos de estafa, usurpación de estado civil y pertenencia a grupo criminal.

Los detenidos adoptaban grandes medidas de seguridad, realizaban cambios de domicilio constantes y empleaban innumerables identidades falsas, asociadas a súbditos ecuatoguineanos y a uno de los detenidos le constaban, al menos, 25 identidades falsas, así como varias órdenes de búsqueda y detención emitidas por distintos órganos judiciales.

Finalmente, agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo de Delitos Telemáticos (Edite), de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Cáceres, han detenido en Madrid a una mujer y dos hombres y hasta el momento han sido esclarecidos dos delitos de estafa denunciados ante la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, por un importe total defraudado de 43.000 euros. De esta cantidad, 20.000 euros han podido ser bloqueados. A los detenidos se les acusa asimismo de diez delitos de usurpación de estado civil.

La investigación se inició en el año 2.019 tras la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil de Navalmoral de la Mata por parte de una persona septuagenaria que denunciaba haber sido víctima de varias transferencias fraudulentas desde su cuenta bancaria con destino a otra cuenta bancaria de la misma entidad, por importe de 43.000 euros. El Equipo de Delitos Tecnológicos de la Policía Judicial  de Cáceres comprobó que la cuenta beneficiaria de las transferencias había sido abierta en Vitoria a nombre de la hija del denunciante, que no tenía conocimiento de ello.

A partir de entonces los agentes realizaron un seguimiento de las cantidades estafadas y se descubrió que todo era obra de una organización criminal integrada por personas de origen ecuatoguineano con amplios conocimientos de informática que se dedicaba a obtener grandes cantidades de dinero utilizando medios sofisticados con los que defraudaban a sus víctimas. Para no levantar sospechas ante la apertura de las cuentas bancarias fraudulentas utilizaban a mujeres toxicómanas del Polígono “Marconi”, situado en el barrio madrileño de Villaverde, quienes, a su vez, colaboraban mediante la sustracción de documentos de identidad o bancarios en buzones de domicilios. De este modo obtenían datos esenciales con los que formalizar después la apertura de cuentas bancarias mediante la suplantación de la identidad de sus víctimas.

Una vez abiertas las cuentas se vinculaban a otras cuentas de la misma persona y entidad bancaria y solicitando las claves de acceso para su uso a través de Internet, accedían a todas las cuentas de las víctimas. Una vez logrado su objetivo vaciaban las cuentas mediante la realización de transferencias, extracciones en cajeros automáticos, compras en establecimientos de venta de terminales de alta gama o ropa y calzado deportivo de marcas exclusivas.

Tras una compleja investigación de más de un año de duración se pudo averiguar que para la comisión de los hechos delictivos se habían utilizado seis números telefónicos cuyas titularidades habían sido suplantadas, así como cuatro cuentas bancarias abiertas online a nombre de terceras personas, teniendo preparadas más cuentas bancarias y números de teléfonos fraudulentos para cometer futuras estafas. Los detenidos adoptaban grandes medidas de seguridad, realizaban cambios de domicilio constantes y empleaban innumerables identidades falsas, asociadas todas ellas a súbditos ecuatoguineanos.

Bajo la competencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Navalmoral de la Mata se llevó a cabo la fase de explotación de la denominada Operación “Mavina”, en la que han sido detenidos una mujer en la localidad de Fuenlabrada (Madrid), y dos hombres de nacionalidad ecuatoguineana en la localidad de Móstoles (Madrid). A los detenidos les han sido instruidas las correspondientes diligencias por su presunta participación en los delitos de estafa, usurpación de estado civil y pertenencia a grupo criminal.

Uno de los hombres, que iba indocumentado, opuso gran resistencia en el momento de su detención, si bien, pudo ser plenamente identificado gracias a la colaboración de las autoridades guineanas. Entonces pudo comprobarse que a esta persona le constaban, al menos, veinticinco identidades falsas así como varias órdenes de búsqueda y detención emitidas por distintos órganos judiciales. Hasta el momento han sido esclarecidos diez delitos de usurpación de estado civil y otros dos de estafa denunciados ante la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía por un importe total defraudado de 43.000 euros, aunque finalmente se han logrado bloquear cerca de 20.000 euros.