El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha acordado en su sesión extraordinaria de este domingo aprobar el retroceso de la comunidad autónoma a la fase 3, lo que supone la anulación del Plan de Navidad y la puesta en marcha de nuevas restricciones en cuanto a la limitación de horarios y aforos.

Retroceder al nivel 3 de alerta en Extremadura supone que el horario de reducción de la movilidad nocturna queda fijado a las 12.00 de la noche y las reuniones sociales y las mesas de los locales de hostelería pasan de permitir la ocupación de 10 a 6 personas.

En Nochebuena y Nochevieja se permitirá que las reuniones familiares dentro de los domicilios sean de 10 de personas en lugar de 6, pero «siempre con responsabilidad y como límite» y exclusivamente para estas dos noches. Además, en Nochevieja se permitirá la vuelta a casa a las 00:30, pero no para prolongar una celebración, sino exclusivamente para dar tiempo a llegar al domicilio de residencia. Por lo que respecta a los negocios de hostelería, las mesas en restaurantes y domicilios se limitará a un máximo de 6 comensales.

El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha informado esta tarde en Mérida que la incidencia acumulada de Extremadura este domingo es de 267,51 casos por cada 100.000 habitantes a los 14 días, lo que obliga a adoptar medidas que garanticen la seguridad y la protección de la salud de las personas.

Lo único que se mantiene del Plan de Navidad son dos asuntos: el cierre perimetral de la comunidad del 23 de diciembre al 6 de enero y el plan de visitas a las residencias de mayores. Vergeles ha dicho que no se puede seguir castigando más a una parte de la población que, pese a ser vulnerable, no se merece encontrarse sola en estas fechas.

«Navidades hay muchas, vidas solo hay una», ha advertido el consejero en su comparecencia, y ha expresado su convencimiento de que Extremadura está sufriendo las consecuencias del Black Friday y del puente festivo de la Constitución. Es más, Vergeles ha ido más lejos y ha dejado claro que la curva continuará creciendo y que las consecuencias de las celebraciones del último puente festivo aún no han sido detectadas en su totalidad y, por tanto, continuarán apareciendo casos.

El consejero ha lamentado que se haya caído el decreto que permitía la adopción de medidas que permitían la celebración de la Navidad con cierta flexibilidad y ha anunciado que esta situación preocupante se da en todas las comunidades autónomas; en este sentido ha anunciado que todos los gobiernos autonómicos van a ir adoptando decisiones de este tipo en función de los resultados epidemiológicos que presente cada una de ellas.

El cierre perimetral tendrá sus excepciones, como las cuestiones de fuerza mayor, pero se permitirá que se reúnan exclusivamente las familias, y en ningún caso podrán incorporarse a las mismas los allegados.

Vergeles ha reconocido que la anulación del Plan de Navidad que inicialmente se había aprobado «es una decisión dura» y ha advertido que «puede tener un efecto muy escaso si la ciudadanía no se pone las pilas».