Caja Rural de Extremadura ha logrado un beneficio neto de 8,9 millones de euros en el ejercicio económico de 2019, lo que supone un crecimiento del 35,11% con respecto al del año anterior.

Estos datos han sido dados a conocer este sábado en el transcurso de la asamblea general ordinaria de la entidad, en la que se han aprobado las cuentas del ejercicio 2019.

El margen de intereses ha crecido un 5,7%, a pesar del entorno de reducidos tipos de interés en que se encuentran los mercados y la inversión crediticia también ha experimentado un incremento del 8,8%, por encima de las medias del sector y permitiendo situar la cartera de créditos en 1.095 millones de euros.

Para ello, Caja Rural de Extremadura concedió financiación a empresas y particulares extremeños por importe de 320 millones de euros en casi 8.000 operaciones. En cuanto a la calidad de la inversión, el ratio de morosidad se redujo un 19%, cerrándose el ejercicio en el 5,73%, muy cerca de la media del sector. El ratio de cobertura de dudosos superó el 100% de las posiciones deterioradas.

Los depósitos de clientes registraron un incremento del 3,8%, lo que significa que la entidad invierte el doble de la captación de depósitos que realiza. Asimismo, el ratio de capital o solvencia alcanzó el 14,9% frente a un requerimiento legal del 11,9%, superando un 25% dicho requerimiento, mientras que el ratio de liquidez supera el 260%, muy por encima del requerimiento legal del 100%.

La asamblea, prevista para el pasado mes de junio, tuvo que retrasarse como consecuencia de la pandemia y de las medidas de restricción de aforos decretados por las autoridades sanitarias. En la sesión de hoy, celebrada de forma telemática, se aprobaron las cuentas anuales de 2019, la gestión social de dicho ejercicio y el plan de actuación para 2020.

Urbano Caballo, presidente de la entidad, destacó el buen momento en el que se encuentra Caja Rural de Extremadura y la buena evolución que tuvieron en 2019 todos los parámetros de negocio y de resultados. Respecto a la situación que estamos atravesando, indicó que tenemos que trabajar de forma conjunta en la recuperación de la economía y para que podamos salir lo antes posible de la crisis que ha generado el coronavirus.

Por su parte, el director general de la Entidad José María Portillo, manifestó que 2019 había sido un año de consolidación de Caja Rural de Extremadura como entidad comprometida con la región y con clara voluntad de crecimiento y de servicio a los extremeños.

La asamblea general también aprobó la renovación de la mitad de los miembros del consejo rector. Los nuevos consejeros elegidos son Antonio Godoy Jiménez, Cecilia Calderón Villalba, Mario Mera Gómez-Bravo, Emiliano Zamora de Alba, Celia Derecho Montes y Monserrat Retamar Pozo. De igual forma, renovaron sus cargos dos miembros de la Comisión de Control.

Urbano Caballo cerró la sesión manifestando su deseo de que el proceso de recuperación sea lo más rápido posible e insistió en destacar el compromiso de la entidad con esa recuperación y con el despegue que ha de tener la economía regional.

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