El alcalde de Coria, José Manuel García Ballestero, ha valorado positivamente la transformación en autovía de la carretera IC-31, que une Castelo Branco y la frontera lusa con Monfortiño. «Esperamos que  la IC-31 portuguesa, que siempre creí que lo que estaba proyectado y aprobado era una carretera solo de doble sentido y con arcén para 2031, que estaba dotada con un presupuesto de 50 millones de euros  para 50 kilómetros de distancia sea una realidad» y sea un autovía.

Ballestero espera que en la próxima cumbre Hispano-Lusa que se celebrará este mes de octubre se produzca «el anuncio definitivo y muy pronto» conecte la vía lusa con la EX-A1 de la que la Junta de Extremadura.

«Imagino que también la incluirá en sus planes dentro del dinero que va a venir de Europa y terminará los aproximadamente 18,5 kilómetros que quedan hasta la frontera portuguesa», ha opinado el primer edil cauriense.

El alcalde de Coria ha dado su «enhorabuena a todos los que lo han conseguido» y ha lamentado que no hayan invitado a los representantes del consistorio de Coria a la reunión celebrada  en Portugal bajo el título “Jornada de Cooperación Territorial Europea: La Raya y las nuevas fronteras del desarrollo” en la que si estuvieron presentes el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara y el alcalde de Moraleja, César Herrero, entre otras autoridades de ambos países.

La vía unirá Castelo Branco con Monfortinho y será necesario que la Junta acometa las obras de la autovía que aún no están ejecutadas y que conectará Moraleja con la frontera lusa.