Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han detenido a un hombre como supuesto responsable de dos delitos contra la flora, fauna y animales domésticos, en su variante de caza furtiva, después de ser sorprendido por los agentes cuando practicaba el ejercicio de la caza sin la preceptiva autorización en la Reserva de Caza ‘La Sierra’, dentro del término municipal de Tornavacas.

La investigación se inició al tener conocimiento la Guardia Civil de un «repunte significativo de intrusiones furtivas» dentro del ámbito territorial de la Reserva de Caza ‘La Sierra’, dependiente de la Junta de Extremadura.

Con esta información y con el objetivo de prevenir y erradicar todo tipo de actividad delictiva sobre la flora y la fauna en este entorno natural, agentes del Seprona de la Comandancia de Cáceres han estado reforzando los dispositivos de vigilancia en el interior del referido espacio natural, consiguiendo la identificación y posterior detención de un hombre como supuesto responsable de dos delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, en su variante de caza furtiva.

Durante la intensificación de estas vigilancias, los agentes consiguieron sorprender al detenido cuando se disponía a abandonar el lugar de los hechos después de haber practicado la caza furtiva dentro de los límites de la Reserva de Caza, en la modalidad de «aguardo o espera» y «careciendo de la preceptiva autorización para realizar esta actividad», han detallado las mismas fuentes.

En el paraje donde fue sorprendido el detenido, se había construido un chozo a modo de refugio, además de una plataforma de madera elevada sobre los ramales de un roble para facilitar la visión del entorno, «detectándose igualmente la existencia de un comedero artificial destinado a atraer a las piezas de caza mayor».

Para la práctica de la caza furtiva utilizaba un rifle, que le fue intervenido, al que había acoplado una mira telescópica y una fuente de iluminación con proyección atenuada de un haz de luz de color rojizo, ha detallado.

Hasta el momento de su identificación y posterior detención, no había logrado abatir ejemplar de caza mayor alguno, si bien, fruto de las investigaciones practicadas, complementadas con el resto de actuaciones, al detenido se le atribuye la comisión de dos delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, en su variante de caza furtiva.

El enclave donde acontecieron los hechos ostenta, además, la consideración de espacio natural protegido en la categoría de Lugar de Importancia Comunitaria (L.I.C.) con la denominación de ‘Sierra de Gredos y Valle del Jerte’, «circunstancia que agrava la comisión de este tipo de conductas delictivas».

Tras la instrucción de las diligencias policiales, el detenido fue puesto a disposición judicial junto con el arma de fuego, su guía de pertenencia y el resto de efectos utilizados en la supuesta comisión de los delitos, los cuales fueron intervenidos cautelarmente y depositados en la Intervención de Armas de la Guardia Civil a disposición, igualmente, de la autoridad judicial.