Algo comienza a mecer la cuna de las oportunidades, la antesala comenzó por el Norte y por lo que parece va a seguir extendiéndose como las manchas de aceite por toda la piel de toro. Cada día se hace más necesario potenciar una alternativa seria tanto a nivel central como autonómico. Sólo cuando los que están en el Gobierno perciben que los movimientos de la oposición comienzan a tener seriedad es cuando se comienza a gobernar en serio y las propuestas adquieren naturaleza, puesto que inician la cuenta atrás hacia el descalabro.

Hay una noticia que me llama la atención después de haber visto el cambio de Casado el día siguiente a que Feijoo ganara las elecciones en Galicia y con una mayoría que sólo se daba en política autonómica cuando Juan Carlos se presentaba en Extremadura. Ese día Casado cambió y comenzó desesperadamente a buscar un centro que le había importado “una leche” desde que llegó a la presidencia del PP;  más bien parecía que tenía el mandato “y tú más” con VOX y hacer desaparecer a Ciudadanos que parecía su enemigo invisible.

Parece que las barbas de muchos están en remojo y el secretario de organización del partido ha tomado la decisión de que los congresos provinciales sean ya , como quien dice, antes de septiembre, y por su puesto antes de los regionales. Esto que parece una noticia más, me lleva a pensar dos posibilidades políticas; la primera que Feijoo no hace ascos ya a desembarcar en Madrid y Casado comienza a mover ficha, algo parecido a lo que hizo el acuerdo de Pablito y Pedrito, que afiliaron al partido deprisa y corriendo los 600 hijos de San Luis para ganar el congreso y afianzar a Pedro Sánchez, que fueron los mismos que conseguido el objetivo, salieron corriendo.

Casado piensa que renovando los provinciales con nuevas caras y nuevas gentes, o con las mismas gentes, calmará a aquellos que ya están hartos de ver a  los mismos luchando, no por ideas, sino por su sueldo y puesto, desde que yo me conozco. Así después de los provinciales los regionales pueden ser el bálsamo que todo lo cura.

La otra posibilidad es que el PP haya visto el sin sentido de la gestión de lo que llaman pandemia médica -que viene ya acompañada de una pandemia económica que no se la salta  ni el plusmarquista olímpico de salto de pértiga-, y haya visto la imposibilidad de que el matrimonio PSOE-Podemos se mantenga -ya han pedido la separación y están en trámites de divorcio, que se nota, porque los nacionalistas vascos no dan puntada sin hilo-. Los nacionalistas, a pesar de sacar como sanguijuelas cada día un poco más de sangre al Estado, los van a abandonar en los presupuestos de forma que no le quedará otro remedio al Sr. Pedro Sánchez que convocar elecciones, y como sus “amigos”, Iván el Terrible y Tezanos el Cortito, le habrán comunicado ya aquello de «Führer, estamos ganando la guerra» mientras le estaban dando hasta en el carnet de identidad , pues una vez más se lanzará al precipicio o desde el generador eólico del programa de la tele, pero esta vez sin cuerdas.

Esta no es mi guerra , pero tengo un dicho que sigo escrupulosamente: lo que pase o pueda pasar en mi tierra y en mi país me preocupa, y desde mi ventana comienzo a observar movimientos. Mis muchos años en política hacen que tenga un sexto sentido para, sin romper los cristales, ver más allá de las sombras.