La labor que está desarrollando la Unidad Militar de Emergencias se ha convertido en un pilar imprescindible para atajar la expansión de la pandemia generada por el Covid-19. Ellos han formado a los bomberos de la Diputación de Cáceres que se están encargando se llevar a cabo tareas de desinfección en centro de mayores de la provincia.

La UME ha desinfectado ya cientos de residencias en España, en Extremadura y los bomberos actúan también en la provincia de Cáceres, donde la situación se  ha visto peligrosamente agravada en centros geriátricos de la provincia, Santiago de Alcántara, Garrovillas de Alconétar, de Talayuela, de Plasencia…

Los bomberos, instruidos por la UME, también han actuado en la Residencia San Blas de la localidad cacereña de Moraleja, donde no hay positivos. En este centro de mayores,  trabajadores y usuarios se han confinado en turnos de 15 días de modo que la desinfección es fundamental para reducir la posible carga viral a la entrada y salida del turno quincenal.

MEDIDAS DE PRECAUCIÓN 

Son muchas las medidas de precaución que hay que adoptar cuando se procede a la desinfección para evitar daños colaterales a residentes y empleados. 

En ocasiones, la UME usa cañones nebulizadores para limpiar. Son una especie de "cañón de nieve modificado" para lanzar desinfectante de forma rápida y efectiva. Los militares tienen que adoptar sus propias medidas de autoprotección que comienzan con la colocación del EPI, equipo de protección individual.

En centros sanitarios o de mayores como es el caso de la Residencia San Blas utilizan medios portátiles de desinfección tipo mochila o aerosol. De este modo desinfectan superficies como pomos, baños, inodoros, reposabrazos… Durante la acción todas las ventanas tienen que estar cerradas y se prohíbe el paso al personal.

Finalizada la tarea de desinfección, los militares tienen que lavarese adecuadamente las manos con agua y jabón y desechan los residuos en una bolsa cerrada.