M. PASCUAL-MÉRIDA 

 

La Asamblea de Extremadura ha pedido al Gobierno central que declare como zona catastrófica las superficies afectadas por las tormentas de granizo y lluvia registradas este mes de mayo en la región y que han provocado importantes pérdidas económicas a las explotaciones agrícolas.

Esta petición, elevada a la Cámara regional por los socialistas, ha sido respaldada por todos los Grupos Parlamentarios.

Cabe destacar que los daños más intensos han afectado a 32 localidades extremeñas, 18 de Badajoz y 14 de Cáceres, entre las que se encuentran Coria, Torrejoncillo, Riolobos o Montehermoso, entre otras.

Ahora la petición de la Cámara regional insta al Gobierno central a habilitar ayudas destinadas a paliar daños materiales y en producciones agrícolas, abrir líneas de préstamos de ICO y beneficios fiscales, y eliminar las peonadas mínimas exigidas para que los trabajadores puedan acceder al subsidio o renta agraria.

Asimismo, se recoge la necesidad de que el Estado adopte medidas para que los pagos de las ayudas de la PAC no se vean afectadas ante la imposibilidad de comercializar cosechas como consecuencia de los daños, que continúe con el apoyo al fomento de la contratación de seguros y que el FOGASA reconozca las indemnizaciones que deben pagarse a los trabajadores por despidos o pérdidas de actividad.

Hay que recordar que el informe provisional presentado este martes por la Consejería de Medio Ambiente cifraba en 600.000 jornales, 400.000 correspondientes a explotaciones agrarias, los que se perderán a causa de las tormentas.

La superficie afectada alcanza las 21.000 hectáreas, de las que cerca de 11.000 lo ha sido en un cien por cien. Los cultivos más perjudicados han sido los frutales y el tomate, y en menor medida el cereal y el olivar.

La estimación de las pérdidas en las explotaciones alcanza los 28,9 millones de euros, a lo que habría que sumar los daños en vehículos y en infraestructuras, sobre todo caminos rurales, en los que habrá obras de emergencias.