La localidad de Moraleja celebró durante el día de ayer la fiesta tradicional de San Blas con buen tiempo y sin incidentes. Este festejo se mantiene en el municipio con pocas variaciones en su programa, ya que desde el consistorio quieren preservar el espíritu original de la fiesta.

El día de San Blas se inaugura con la Diana Floreada, en la que los vecinos se levantan temprano para recorrer las calles despertando al pueblo. Le siguen la misa tradicional y la procesión de San Blas, a lo que sigue la celebración familiar en los establecimientos hosteeros y la degustación de dulces típicos.

La procesión en honor a San Blas se produjo sin incidentes en su recorrido. Los grupos que la conforman, caballistas, escopeteros y personas que participaban en la procesión, no sufrieron ningún percance y el evento se desarrolló con normalidad.

Una de las asistentes a esta cita religiosa declaró a Radio Interior que "tras 40 años sin volver a Moraleja, le había sorprendido ver que San Blas se seguía celebrando con la misma devoción en la localidad".

En esta cita religiosa, a la que se acercaron pequeños y mayores, todos disfrutaron de una procesión tranquila, amenizada por la música de la "charanga" y el sonido de las escopetas.

El teniente de alcalde de Moraleja, Rubén Blanco, declaró que desde el consistorio estaban muy satisfechos con el resultado del encuentro y que San Blas es una fiesta muy familiar  celebrada con mucha intensidad por parte de la localidad.

La concejala de festejos del consistorio, Mercedes González, resaltó la "suerte" que habían tenido al mejorar el clima. "Cuando nos despertamos a primera hora para celebrar la Diana Floreada pensábamos que llovería. Pasamos los días anteriores pendientes del clima y es un descanso saber que los moralejanos podrán disfrutar de San Blas."

Pese a las lluvias y bajas temperaturas que se esperaban durante la jornada, la procesión se llevó a cabo bajo un cielo despejado y sin precipitaciones.