El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, se ha reunido con los presidentes de Caja Rural del Sur, José Luis García, de Caja Rural de Extremadura, Román Prieto, y de Caja Rural de Córdoba, Manuel Enríquez. Los presidentes de las entidades crediticias han firmado previamente un protocolo de disolución amistosa, lo que supone la salida de Caja Rural de Extremadura del Sistema Institucional de Protección (SIP), tras estar unidos durante un año y diez meses.

Los socios andaluces de la caja extremeña han renunciado a la indemnización que les correspondería por las claúsulas de penalización tras la disolución de la unión financiera. El presidente de Caja Rural de Extremadura ha calculado la penalización de la que se les exime en unos 24 millones de euros.

La "separación" de Caja Rural depende aún del informe de viabilidad de esta Caja y del dictamen posterior del Banco de España, que garantizaría la solvencia de esta entidad para iniciar su nueva andadura, sola o con otros socios. El presidente de Caja Rural de Extremadura, Román Prieto, ha señalado que continuar, tras el informe del Banco de España, en soledad es sólo una opción más de las que contemplan.

El presidente del Ejecutivo extremeño ha señalado que hay que "abordar con naturalidad el cambio de estrategia y de planificación". Monago ha explicado que se ha escuchado a los representantes de Caja Rural de Extremadura, que entendían que las condiciones han cambiado desde la firma del SIP, y pensaban que era reversible la situación, por lo que "se cambian las estrategias y se desanda lo andado".

José Antonio Monago ha calificado el proceso de disolución como una buena noticia porque "no queremos que sea la tercera entidad con ADN extremeño de la que se perdería el control completo". El presidente ha añadido que había que reflexionar sobre qué quieren los trabajadores y los socios, y que se le ha dado carácter reversible a lo que decían que era irreversible.

El presidente de Caja Rural del Sur y del SIP Grupo Cooperativo Ibérico, José Luis García Palacios, ha afirmado que la salida de la entidad extremeña es lo mejor, una vez que ésta ha manifestado esa intención, y que sería absurdo oponerse. García Palacios ha añadido que Caja Rural de Extremadura quiere tener más control sobre las concesiones de créditos y otros asuntos y por eso entienden que lo mejor es terminar con la unión de las entidades