Las pruebas de ADN realizadas a los restos biológicos encontrados en la industria de Moraleja el pasado sábado han confirmado este miércoles que pertenecen al joven desaparecido tras la explosión de la extractora de orujo, José Miguel Santos Martín, de 30 años.

Los restos remitidos a Madrid este lunes han sido cotejados con muestras tomadas a los familiares del joven trabajador que se encontraba desaparecido desde el pasado jueves, cuando se produjo la deflagración en las instalciones de Industrias Oleícolas Sierra de Gata, S.A. en Moraleja.

Fuentes de la investigación habían avanzado que los resultados de los análisis podrían demorarse una semana aunque finalmente se han obtenido en un tiempo récord. El alcalde de Moraleja, Pedro Caselles, había expresado en las últimas horas que la principal prioridad del ayuntamiento era confirmar estos datos para evitar que aumentase el sufrimiento de la familia y pudieran despedir a su ser querido.

El accidente del jueves se había cobrado las vidas de otras dos personas, Valentín Parra, de 58 años y trabajador de la fábrica y Alberto Lozano, jubilidado de 88 años y ex encargado de la misma, mientras que José Miguel Santos no había podido ser localizado. De esta manera, ya de manera oficial se convierte en la tercera víctima de la tragedía.

Caselles reiteraba esta semana que el ayuntamiento sigue estando a disposición de las familias para en el caso de que así lo deseen organizar algún homenaje o despedida conjunta de sus seres queridos.