Miles de personas participaron este domingo en la tradicional romería en honor a la patrona del municipio, la Virgen de la Vega. Se trata de una de las fiestas campestres más populares de la provincia de Cáceres.

Un año más, los vecinos de la localidad se dieron cita en torno al santuario de la patrona, situado en una finca privada que se encuentra aproximadamente a cuatro kilómetros del casco urbano. Se trata de un finca donde habitualmente pastan reses bravas, que días antes de la celebración son trasladadas a otro espacio para que la romería pueda desarrollarse con total normalidad.

Para acceder al entorno del santuario numerosos conductores tuvieron que aguantar retenciones de hasta quince minutos. Eso sí, hubo quien optó por el caballo, el burro y el carro para vivir un día festivo en el que se sirvieron litros y litros de cerveza en los bares y chiringuitos que se levantaron junto al santuario y entre las encinas.

En la cita lúdica, no faltaron los productos más típicos para pasar un tradicional día de campo: tortilla de patata, empanada, embutidos y jamón, además del preciado vino de pitarra de la comarca. Y para los más golosos, el menú incluyó perrunillas, coquillos y roscas.

La fiesta, como ya viene siendo habitual, se prolongó, especialmente entre los más jóvenes, hasta bien entrada la noche. También hubo quien vivió la jornada de romería con más recogimiento religioso y acompañó a la patrona de Moraleja en la misa campestre que se ofició al abrigo de junta rectora de la cofradía de la Virgen de la Vega, que preside Montse García.