Dos individuos a cara descubierta, al parecer extranjeros, atracaron ayer una joyería en la Avenida Virgen de Argeme de Coria. Los ladrones golpearon al dueño, lo maniataron de pies y manos, y se llevaron joyas y la recaudación del establecimiento.

El joyero, Rafael González Romero, fue atendido en el Hospital Ciudad de Coria de los golpes y magulladuras, aunque afortunadamente se encuentra en buen estado de salud, aunque aún con el susto en el cuerpo.

Eran sobre las 18.00 horas y estos dos hombres entraban en la Joyería Rafael, ubicada en el número 52 de la Avenida Virgen de Argeme de Coria. Inmediatamente atacaron a su propietario y le propinaron patadas y golpes en la cara y en la cabeza para posteriormente inmovilizarle con una brida y atarle los pies y las manos. Según ha narrado la propia víctima, se llevaron todo lo que pudieron y aún no sabe calcular en qué cantidad están valoradas las joyas sustraídas.

Además Rafael conocía bien a sus atracadores. Se trata de dos ciudadanos extranjeros que habían visitado la tienda en varias ocasiones en el último año haciéndose pasar por clientes. La víctima cree que podrán ser de origen rumano, se presentaban vestidos como obreros y manifestaban que estaban trabajando en las obras de la autovía. Además, uno de ellos había preguntado por los precios de alianzas de boda porque había dicho que iba a casarse.

El joyero ha manifestado que podría identificarlos fácilmente, al igual que los numerosos testigos que había en la calle a esa hora de la tarde. Los ladrones abandonaron la joyería a la carrera portando la mercancía robada. Según algunos testigos llevaban guantes y portaban una bolsa grande de plástico con estampado de cuadros.

Todo sucedió en poco más de cinco minutos. En cuanto Rafael pudo comprobar que los delincuentes se habían marchado activó la alarma de robo y salió, como pudo, a la calle donde ya le socorrieron y ayudaron los viandantes que pasaban por la avenida y los vecinos del resto de tiendas de la calle. Se dio además la casualidad que por ese lugar pasaba un capitán de la Guardia Civil, con su familia, ya que estaba disfrutando de sus vacaciones, y fue la autoridad que tomó el mando de la situación. A partir de ese momento, los agentes iniciaron la investigación para intentar encontrar alguna pista.

Los testigos del suceso tomaron la matrícula del coche en el que huyeron, un Saab de color negro, que apareció ayer tarde, abandonado, sobre las 19.30, en Oropesa, en la provincia de Toledo. Además los ladrones se llevaron el móvil de Rafael. De momento se desconocen más datos de la investigación que sigue abierta para intentar localizar a los dos ladrones.

Pilar Muñoz, trabajadora de Óptica Lenticor, fue la encargada de desatar a Rafael y le cortó la brida de las manos con una tijera. La vecina del joyero explicó a Radio Interior que fue un impacto ver a este hombre con las manos atadas pidiendo ayuda, "no sabíamos lo que había pasado y estaba muy nervioso". Pilar reconoció que aunque habían escuchado la alarma no imaginaban que pudiera suceder lo que estaba pasando, ya que en otras ocasiones cuando ha saltado ha sido un falso aviso.