Las fiestas de San Blas en Moraleja llegan a su fin este viernes en la localidad donde la Asociación de Amigos de San Blas toma el protagonismo de la quinta del 76 que ayer ejerció la mayordomía del santo. Hoy los actos son muy similares a los día del ayer de nuevo con misa y procesión acompañada por la charanga, además de baile matinal amenizado por la orquesta Bahía Blanca y un vino de honor con dulces y ponche que servirá la asociación a todos los vecinos en El Volante, y también los caballistas obsequiarán con un vino de honor al término de la procesión en la plaza de España.

Las celebraciones de San Blas se viven con tradición y devoción donde los caballistas y escopeteros comparten protagonismo a partes iguales, aunque algunos escopeteros matizaban que este año había menos participantes.

Las mujeres ataviadas con su trape típico regional con el pañuelo de 100 colores adornas las calles de la villa. Unos trajes que en muchos casos son heredados de generación en generación o que se elaboraron hace décadas.

Una de las peculiaridades de la procesión es amenizarla con los sonidos y bailes de la charanga, y hasta el santo, subido en las andas, es balanceado al compás de la música. La quinta del 76 consiguió ayer su objetivo, rendir honores al santo y disfrutar de un día de fiesta y alegría entre todos los vecinos.

Los niños serán también protagonistas esta tarde del tradicional desfile infantil de disfraces que partirá a las 17.00 horas del parque Alfanhuí para concluir en la plaza de los toros, y todos los niños disfrazados recibirán un pequeño obsequio.