El Cacereño y el Alcalá firmaron anoche un empate a cero en el Príncipe Felipe en un encuentro en el que ambos conjuntos, de manera especial el local, renunciaron a la verticalidad ofensiva.

El conjunto cacereño, dirigodo en esta ocasión desde el banquillo por Julio Cobos tras la suspensión de José Luis Montes, no llegó a brillar en ninguna fase del partido, con jugadas previsibles para la defensa alcaína. Con un Mauri que copó muchos minutos en la zona de tres cuartos, el cacereño no tuvo en ningún momento un referencia ofensiva de garantías, por lo que los balones acababan perdiéndose en la zaga visitante.

El Príncipe Felipe registró una floja entrada en una noche de bajas temperaturas. Alrededor de 900 valientes soportaron el frío y un partido de los que no hacen precisamente afición.