El artista encargado de diseñar la escultura de la discordia en Moraleja tiene nombre y apellido. Jorge Stéfano, un artista cubano afincado en la provincia de Huelva, concretamente en la localidad de Almonte, es el escultor al que una empresa de viveros de la comarca de Sierra de Gata (Viveros Extreplant) encargó esta obra a instancias del Ayuntamiento de Moraleja. Unas esculturas cuyos gastos, que ascendían a 15.000 euros, fueron sufragados  por Caja Duero para posteriormente ser colocadas en la avenida Pureza Canelo.

Fue uno de los responsables de la empresa Viveros Extreplant, admirador del arte de Estéfano, el que aconsejó a la entonces alcaldesa, Concepción González, la obra de este artista de procedencia cubana y que había conocido meses atrás en tierras andaluzas. Aún así, después de múltiples gestiones, todos los concejales del anterior equipo de Gobierno aseguraron a Radio Interior desconocer quién era realmente el autor material de esta escultura.

Desde la colocación en junio de 2009 de estas esculturas, que escenifican un encierro y sirven para rendir homenaje a las fiestas de San Buenaventura, el conjunto escultórico no ha dejado de copar titulares en los medios de comunicación después de que la Consejería de Fomento instara al Ayuntamiento de Moraleja, entonces gobernado por PP e Ipex, a que las retirase de la vía. La razón, según Fomento, era que afectaba a la seguridad vial. Además, la Consejería advertía que el incumplimiento de la normativa podría acarrear una multa de entre 150 y 150.000 euros. El entonces concejal de Ipex, Jaime Viella, aseguró que el ayuntamiento recurriría esta decisión, como así sucedió finalmente.

Las controvertidas esculturas tampoco han pasado inadvertidas para los vándalos. Tal es así que se produjeron destrozos denunciados públicamente por el PP a finales del mes de septiembre de 2010 y que volvieron a elevar a estas esculturas a la primera fila de la actualidad política municipal. El concejal popular Rubén Blanco condenaba el vandalismo callejero y exigía al equipo de Gobierno, ahora del PSOE; una rápida restauración. Los socialistas, que siempre han dudado del valor patrimonial de este conjunto, aseguraban a mediados de octubre que el PP "olvidaba o prefería ocultar" hasta en el mismo acto de la contratación de 4 de septiembre de 2008, los datos de esta adquisición, pues "sólo reflejaban el nombre de la misma empresa de viveros a quien el equipo de Gobierno encargó su reparación y que es Viveros Extreplant". 

Fue así como los concejales del Gobierno local contactaron con la empresa que adquirió el monumento, Viveros Extreplant, que se encargó de elaborar un presupuesto de alrededor de 300 euros para proceder a la reparación de los desperfectos ocasionados, según anunció el concejal David Pérez Chaparro.

El enésimo, y por ahora último capítulo de este asunto, ha llegado hace tan sólo unos días, cuando el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Cáceres, por sentencia firme de fecha 26 de octubre, ha ratificado la resolución contra el Ayuntamiento de Moraleja y lo condena a pagar 6.010 euros de multa y a la retirada de las esculturas instaladas en la Avenida de Pureza Canelo por la comisión de una infracción "muy grave" de un artículo de la Ley de Carreteras de Extremadura.

Desde el equipo de Gobierno se asegura que las estatuas serán recolocadas en otro punto del municipio, contando en este caso con la opinión de los vecinos.