Los gritos racistas volvieron a producirse el pasado domingo en el estadio Príncipe Felipe de Cáceres en el que se enfrentaban Cacereño y Badajoz. Un sector de la afición verdiblanca profirió gritos racistas contra uno de los jugadores del Badajoz, Etamané. El colegiado, que recogió en el acta este suceso, avisó en el mismo momento al delegado de campo con el objeto de que llamaran la atención por megafonía. Posteriormente la actitud racista de este sector residual de la grada cesó y el choque continuó con normalidad.

No es la primera vez que el Cacereño se enfrenta a una posible multa por este asunto, ya que en alguna ocasión el equipo de la carretera de Salamanca se ha visto obligado a desembolsar dinero por un comportamiento similar por parte de un sector de los aficionados