Este domingo ha finalizado el X Campo de Trabajo "Primeros Pobladores", organizado por la Consejería de los Jóvenes y del Deporte de la Junta de Extremadura y el Equipo de investigación Primeros Pobladores de Extremadura (EPPEX). Asimismo finaliza también la X campaña de excavación de los yacimientos pleistocenos de El Millar y la Cueva de Santa Ana, ambos en el término municipal de Cáceres y realizada por EPPEX con la colaboración del Ayuntamiento de Cáceres y del Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres.

En esta décima edición el Campo de Trabajo ha tenido carácter internacional. En él han participado 30 jóvenes de entre 18 y 30 años. El 50 % de participantes son llegados de otros países, como Francia, Alemania, Turquía, Corea o Japón. El resto, otros 15 participantes, han llegado desde distintos puntos de la geografía española.

Los participantes del Campo de Trabajo han colaborado en los trabajos arqueológicos en horario de mañana y en las tareas de laboratorio, propias de cualquier campaña de excavación. Además han realizado actividades complementarias, como una visita a la ciudad de Mérida, al Museo Vostell-Malpartida de Cáceres y al Monumento Natural de "Los Barruecos".

También han asistido al I Ciclo de Conferencias de Prehistoria organizado por el Equipo de investigación Primeros Pobladores de Extremadura en colaboración con el Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres y el Centro de Documentación e Información Vías Pecuarias.

En el yacimiento al aire libre de El Millar se han continuado los trabajos pendientes de la campaña anterior y se ha abierto un nuevo sector de 25 m2. En esta nueva área de excavación, contigua a las anteriores, se ha puesto en marcha un nuevo programa de investigación que tiene como objetivo reforzar y ampliar el conocimiento sobre los yacimientos arqueológicos en medio fluvial.

Los humedales del río Salor, recorridos por los neandertales durante el Pleistoceno medio, fue una zona de pequeñas charcas en las que la caza y el carroñeo debían ser abundantes. Las herramientas fabricadas para descuartizar estos animales, características del Modo 3 o Musteriense, fueron abandonadas en los lugares de uso, esparciendo por todos los humedales una gran cantidad de ellas. La materia prima para fabricarlas es el cuarzo, muy abundante en zonas de granito.

La concentración de útiles en los regatos y zonas de inundación crea palimpsestos culturales, arqueológicos, que nos permiten caracterizar y documentar la evolución técnica y el comportamiento ecológico de estas comunidades de neandertales. Por ello la excavación de este tipo de yacimientos precisa de métodos y técnicas (de excavación) adaptadas a este tipo de depósitos.

En esta campaña hemos iniciado la excavación en extensión decapando los 25 m2 de su sedimento estéril y buscado obtener el "óptimo arqueológico" del nivel, el cual representa la paleosuperficie (el suelo) por el que andaron los neandertales en el Paleolítico medio. Los materiales recuperados en esta primera fase de excavación lo componen principalmente lascas, núcleos y algunas piezas configuradas como raederas o raspadores.

En la Cueva de Santa Ana, cavidad del Calerizo de Cáceres, se han finalizado los trabajos de retranqueo de los cortes estratigráficos, se ha iniciado la excavación arqueológica de las unidades 1 y 2 y se ha abierto una nueva zona de excavación en el sector este, correspondiente a la unidad 8.

En las unidades 1 y 2 se han recuperado, respectivamente, materiales del modo técnico 1 o Olduvayense y materiales del modo técnico 2 o Achelense. Estas dos unidades, superpuestas, documentan la llegada de las primeras comunidades humanas al Calerizo durante el Pleistoceno inferior, con una antigüedad de más de 700.000 años.

Durante la excavación de la unidad 1 se han recuperado varios coprolitos de hiena. Estas defecaciones tienen un alto valor ecológico, ya que de ellas se pueden extraer pólenes y estudiar la dieta de este depredador, presente en el Calerizo hasta finales del Pleistoceno medio (hace unos 120.000 años), tal como se ha observado en la Sala de los huesos de la cueva de Maltravieso.

Junto a estos coprolitos se han recuperado varias lascas y herramientas, planteando esa dicotomía existente entre el uso de las cavidades por parte de las hienas y los homínidos. En la unidad 2 se ha recuperado un bifaz así como un hendedor y varias lascas. El registro paleontológico es escaso, lo que nos hace pensar que la cueva de Santa Ana no debería ser, en este momento, un espacio de habitación, sino más bien un lugar de paso y de corta permanencia.

En la nueva área de excavación abierta en el sector este, se han realizado trabajos de limpieza y rectificación de los cortes estratigráficos. Esta zona ha sido afecta por sondeos ilegales y por la presencia de construcciones recientes de ladrillo y cemento.

La eliminación de estos elementos intrusivos ha descubierto una nueva superficie de unos 15 m2. Durante la excavación se han recuperado diversos materiales líticos y óseos, no siendo ninguno de ellos diagnóstico para poder determinar el periodo cultural o la época de la prehistoria a la que pertenecen. Esperemos que futuras excavaciones arqueológicas en este sector permitan recuperar mas restos y establecer su edad de forma precisa (por 14C, ESR u otros métodos).