Decepcionante tarde de rejones la que se vivió este sábado en la plaza de Toros de Moraleja. Fue una corrida con reses del ganadero local Antonio Román en la que el toledano Rubén Sánchez y el catalán Curro Bedoya no tuvieron su mejor día.

Bedoya no estuvo fino en el primero y tuvo que conformarse con el aplauso del público. El de Barcelona tampoco hizo faena con el último astado, un novillo bien presentado de nombre Gallinerito y marcado con el número 15. Intentó dar muerte al animal hasta en cinco ocasiones bajo el abucheo del respetable que con gritos y pitos mostró su malestar por la actuación de Curro Bedoya que ya había lidiado en otras ocasiones en la plaza moralejana. Incluso, llegó a colocar otro rejón de castigo al animal a pesar de haber sonado el aviso de cambio de tercio. Bedoya, que no arriesgo en Moraleja y toreó de forma precipitada,  falló con los rejones de castigo y en el tercio de banderillas en una plaza complicada para este arte dadas las reducidas dimensiones del albero.

La presidenta, la concejala Esmeralda Lozano, sólo otorgó una oreja a Rubén Sánchez en el primero de la tarde, un astado de nombre Lecherito al que el de Toledo consiguió darle muerte en el primer intento bajo la atenta mirada del público que agradeció la faena con un fuerte aplauso. En el segundo, no fue hasta el cuarto intento cuando dio muerte al novillo Malacara, marcado con el número 16. Tampoco estuvo demasiado brillante en la lidia, aunque gustó más al respetable.