Dos personas han sido detenidas y cinco están imputadas por delitos de incendios forestales en lo que va de año en Extremadura, según datos facilitados a Europa Press por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, que precisan que en el conjunto nacional las detenciones ascienden a 62 personas y las personas imputadas a 182.

 

Así, en los siete primeros meses del año, el SEPRONA detuvo a 48 personas, mientras que en agosto y septiembre otras 14 personas fueron detenidas. Los últimos, dos jóvenes de 20 y 27 años de edad, fueron detenidos este lunes por agentes de la Guardia Civil en la provincia de Lugo, como presuntos autores de cinco delitos de este tipo entre la noche y la madrugada del día 13.

Por comunidades autónomas, hasta julio fueron detenidas 20 personas en Galicia, siete en la Comunidad Valenciana, seis en Andalucía, cinco en Castilla-La Mancha, tres en Asturias, dos en Canarias, dos en Extremadura, una en Murcia, una en Cantabria y otra más en Castilla y León.

En agosto, también Galicia fue la región con más detenidos, con tres en La Coruña, uno en Orense, uno en Pontevedra y uno en Lugo. Al tiempo que dos personas fueron detenidas en Ciudad Real y una en Alicante, Madrid, y Málaga respectivamente. Ya en septiembre, la Guardia Civil detuvo a una persona en Zamora y a otra en La Coruña.

   En cuanto a los imputados, desde enero hasta julio, 158 personas fueron imputadas; de éstas 43 en Galicia, 34 en Andalucía, 28 en la Comunidad Valenciana, 20 en Castilla y León; ocho en Castilla-La Mancha; siete en Extremadura, cinco en Madrid, cinco en Murcia, tres en La Rioja; dos en Navarra, dos en Asturias y dos en Baleares.

   También, en agosto fueron imputados dos individuos en Zaragoza, cuatro en Orense, uno en La Coruña, cuatro en Navarra; cuatro en Zamora, y una persona en Soria, Almería, Tarragona, Murcia, Jaén y Córdoba respectivamente, mientras que en septiembre se imputó a una persona en Lugo, Córdoba, Orense y Pontevedra respectivamente.

CASI 100.000 HECTÁREAS ARRASADAS

   Las llamas han arrasado 95.769 hectáreas forestales, más del doble que el mismo periodo de 2008, según datos del MARM hasta el 30 de agosto. La cifra del presente ejercicio es ligeramente inferior a la media del decenio (101.360 hectáreas). En 2009, se han perdido por el fuego 52.000 hectáreas de monte bajo y unas 5.000 de vegetación herbácea y, en torno a 36.000 hectáreas de superficie arbolada.

   En la última década se habían superado las 100.000 hectáreas quemadas los años 2000, 2003, 2004, 2005 y 2006. El peor año de ese periodo fue 2005, cuando a 23 de agosto ya se habían quemado más de 149.000 hectáreas y en todo el año se perdieron un total de 158.000 hectáreas. Además, mientras en 2008 se registraron cinco grandes incendios, en lo que va de año ya se han registrado 27 fuegos de más de 500 hectáreas, situándose la media del decenio en 22 siniestros de este tipo.

   Así, la superficie afectada en 2009 alcanzó al 0,37 por ciento del territorio, mientras que en 2008 se quemó el 0,17 por ciento. Además, el número de grandes incendios (más de 500 hectáreas) registrados en 2009 asciende a 27, mientras que en 2008 se produjeron 5 grandes fuegos, siendo la media del decenio 24 grandes siniestros y 101.360 hectáreas arrasadas.

   En total, hasta el 30 de agosto se produjeron un total de 11.826 fuegos, de los que 7.336 afectaron a menos de una hectárea y 4.490 fueron incendios (más de una hectárea). De estos, 55.059 hectáreas eran de matorral y monte abierto, 36.005 de superficie arbolada y 4.705 hectáreas de vegetación herbácea (pastos y dehesas).

   Por áreas geográficas, el mayor número de siniestros se produjo en la región noroeste, con un 52,66 por ciento, seguida de las comunidades interiores, con un 31,06 por ciento, del área mediterránea, 15,49 por ciento, y de Canarias, 0,79 por ciento.

   En cuanto al tipo de superficie afectada, el 46 por ciento de la superficie forestal se quemó en las comunidades interiores; el 31,93 por ciento en las del noroeste; el 18,48 por ciento, en el Mediterráneo, y el 3,59 por ciento, en Canarias.

   También en las comunidades interiores se quemó el 69,17 por ciento de la superficie arbolada, mientras que el noroeste (donde más siniestros se registraron), ardió el 13,71 por ciento, seguida del 10,72 que corresponde a las regiones mediterráneas y del 6,40 por ciento que ardió en Canarias.

   Además, la mayoría de los incendios se registraron durante el mes de julio, cuando ardieron un total de 41.860 hectáreas a fecha de 2 de agosto, es decir 7.354 hectáreas más que en los seis primeros meses del año, ya que entre el 1 de enero y el 5 de julio, el fuego arrasó 34.506 hectáreas, –un 1,68 por ciento más que en el mismo periodo de 2008–, con lo que julio se convirtió en el mes más virulento del ejercicio en esta materia. En agosto ardieron casi 19.002 hectáreas.