Los regantes del Borbollón que se queden sin agua solicitarán la condonación de la tarifa de riego a la CHT
Los regantes del Borbollón y la Rivera de Gata que no podrán regar sus tierras debido a la situación de sequía solicitarán la condonación de la tarifa de riego a la Confederación Hidrográfica del Tajo. En esta demanda, los regantes cacereños tendrán el respaldo de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta y de la organización agraria Upa-Uce.
Los regantes, han mantenido esta semana una reunión con el director general de Infraestructuras e Industrias Agrarias, Eduardo de Orduña, donde le han informado de esta situación y la han pedido también el arreglo y modernización de las infraestructuras de riego que son competencia del Ejecutivo regional. Ya que la red se encuentra en mal estado y podría posibilitarse un ahorro de agua. Maxi Alcón es responsable de Upa-Uce y también ha participado esta semana en la reunión con los regantes.
La falta de lluvia en los últimos meses ha dificultado el almacenamiento de agua y está provocando que se tengan que llevar a cabo restricciones en la zona. En total, son 1.300 regantes los afectados por esta situación, que tienen unas 9.300 hectáreas de cultivos de riego. Sin embargo, actualmente sólo hay agua suficiente para regar el 70 por ciento de estas hectáreas sembradas por los agricultores, de modo que el resto, unas 3.000 hectáreas, "quedarán sin posibilidad de riego". Alcón recordó que esta situación se produce cada pocos años debido a que los dos embalses no tienen capacidad para abastecer este número de hectáreas en situación de sequía.
Por su parte, la Comunidad de Regantes del Embalse del Borbollón y Rivera de Gata está estudiando la posibilidad de realizar algún tipo de trasvase para paliar la situación, dada la insuficiente capacidad de almacenamiento de estas dos presas, que cada cierto tiempo sufren las consecuencias de la falta de agua. Upa Uce expresó su apoyo y respaldo a la comunidad de regantes en este proceso para conseguir que estas medidas palien la situación.
La zona afectada por este problema es una comarca eminentemente rural del norte de Cáceres donde la mayoría de la población subsiste gracias al sector primario. Cada agricultor posee de media unas siete hectáreas de regadío, de las que este año tendrá que dejar dos de ellas sin regar, una vez realizada la inversión de la siembra de su cosecha.