La Infanta Elena destacó hoy, en la conmemoración del Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que la solidaridad asume un "protagonismo nuevo" en el momento económico actual, el cual plantea "serias dificultades" de distinta naturaleza en la vida de muchas familias de todos los continentes.

Doña Elena presidió el acto para celebrar esta efeméride que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Mérida, donde dio la enhorabuena a la Cruz Roja y la Media Luna Roja por esta "gran celebración" del servicio humanitario que prestan y puso de manifiesto la "estima y admiración" que merece la labor realizada por millones de voluntarios en todo el mundo para "proteger la vida y la dignidad de tantas personas".

La Infanta señaló que como consecuencia del situación económica actual las personas más vulnerables requieren el "máximo" apoyo para ayudarles a superar las actuales circunstancias.

Al respecto, explicó que desde el conocimiento que le proporciona su "larga trayectora", la Cruz roja y la Media Luna Roja "invitan" ambos organismos reflexionar" en esta conmemoración sobre las "muchas" causas de sufrimiento que experimenta la humanidad en "tantas zonas" del planeta.

"Nos recuerda también que todos podemos contribuir de un modo u otro a evitar ese dolor, mediante nuestro apoyo al inmensamente eficaz trabajo humanitario", agregó Su Alteza Real, quien indicó además que ese trabajo no sólo ayuda a paliar el dolor de las personas, sino que "consolida el respeto a su dignidad e impulsa el avance de la solidaridad y la tolerancia sobre el egoismo y la intransigencia".

AFRONTAR ADVERSIDADES

En el acto de conmemoración de este día internacional en la capital extremeña tuvo lugar la entrega de medallas de Cruz Roja a diferentes entidades y personas en reconocimiento de su labor social. Doña Elena felicitó a todos los galardonados por su "efectiva labor y entrega ejemplar".

Señaló que todos ellos han sabido "hacer suyas las necesidades y las adversidades de los demás, al tiempo que han buscado y encontrado soluciones oportunas para afrontarlas y resolverlas".

Explicó que con la ayuda de muchos, es posible prestar la "garantizar y ensanchar el acceso de familias de todo el mundo a la alimentación, al agua potable, a la salud, a la enseñanza o al desarrollo sostenible, que preserva los ecosistemas".

Ante estas circunstancias, indicó, la solidaridad "asume un protagonismo nuevo" y, en particular, la tarea del voluntariado reviste aún más valor. "La juventud de espíritu, inseparable del voluntariado, rechaza la resignación ante las adversidades y promueve la determinación de resolveralas", subrayó.

La Infanta Elena finalizó su discurso de clausura reiterando su "más cordial felicitación" a la Cruz Roja y la Media Luna Roja, con la "certeza" de que su "inapreciable" quehacer "bien merece" el "constante aliento y permamente apoyo" de la sociedad.