Cientos de peces muertos han aparecido en los últimos días en el embalse de Borbollón en la parte de la represa que estos días prácticamente no tiene agua. La voz de alarma la ha dado este fin de semana un pescador que ha estado practicando la pesca y se ha encontrado con la desagradable sorpresa de decenas de barbos y carpas muertos.

De hecho, ayer todavía había algunos ejemplares agonizando en la orilla del pantano. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) manifestó ayer que esta situación ya se ha producido en otras ocasiones como sucedió el año pasado y "no es nada importante". Al parecer estos peces se meten en la tubería de desagüe de fondos y allí perecen al no tener el agua el suficiente oxígeno. Esta tubería se utiliza para desembalsar el agua "y tiene que estar abierta en esta época del año", por lo que no se puede evitar la muerte de estos peces, según explicaron desde el organismo de cuenca.