El equipo de gobierno ha rechazado la oferta económica de las monjas por la parte del asilo que necesita el ayuntamiento para que no se forme un cuello de botella en la obra de la tercera fase del bulevar. La oferta es de 900.000 euros, desveló ayer la alcaldesa dos meses después de que la presentaran las monjas, una cantidad que Blanco considera "desorbitada" y que "no es razonable", según sus palabras.

Justo cuando acaban de comenzar las obras de la segunda fase del bulevar y después de que las monjas mostraran a mediados del mes pasado su extrañeza por no haber recibido respuesta municipal a su oferta, la alcaldesa apuntó ayer a otro obstáculo, no solo el económico, para llegar a un acuerdo. Según explicó, las monjas han incluido en su oferta la parte interna del recinto que necesita el ayuntamiento, pero también el espacio externo y paralelo a la fachada donde actualmente hay bancos instalados y que tiene un uso público.

"Las monjas consideran que ese espacio es suyo, pero estamos buscando la información oportuna para constatar si es así o no", advirtió Blanco. Así pues y a la espera de esta confirmación, ratificó que "en este momento, no vamos a ir a la adquisición de ese terreno", aunque no dijo si esto significa que el ayuntamiento recurrirá a la expropiación.

En lo que insistió es en lo excesiva de la oferta: "No creemos que tenga ese valor ni podemos pagar ese precio", dijo. Además, se refirió a que la valoración que encargaran las monjas en su día habrá cambiado porque "seguro que la encargaron cuando los precios eran muy altos y ahora, su valor habrá bajado", indicó.

En todo caso, aunque la alcaldesa no fue ayer más allá, las monjas ya dijeron el mes pasado estar dispuestas a negociar la valoración económica, si el ayuntamiento no estaba conforme con ella, como es el caso.

El ayuntamiento dispone ahora de cuatro meses como mínimo –plazo de ejecución de la segunda fase del bulevar– para tomar una decisión definitiva de compra o expropiación porque después le tocará acometer el tramo en discordia.