Los peatones que sobre las 9.45 horas de ayer paseaban por el puente romano se dieron un gran susto cuando se percataron que un todo terreno se metió en esta via y se empotró contra una farola, que la arrancó de raíz. Pero el susto se convirtió en sorpresa al observar que en el interior del vehículo no iba nadie y estaba cerrado. Una vez avisada la policía local y los dueños, se aclararon los hechos. El automóvil estaba aparcado en la avenida de Portugal, a la altura de la piscina municipal, y porr motivos que se desconocen, se le soltó el freno de mano y comenzó a descender por la calle.

Sorteó sin problemas un paso de peatones elevado; bajó por una calle en dirección prohibida; pasó sin contratiempos un cruce en el que confluyen varias vías (avenida Alange, paseo de los Rosales, avenida de la Libertad); saltó dos medianas y entró en el puente romano, donde superó una pequeña cuesta; se subió al bordillo del puente y chocó contra una farola, que la arrancó de cuajo. En total recorrió unos 340 metros. Por suerte, el vehículo, que iba con la dirección bloqueada, no atropelló a nadie en el puente romano, a pesar de que estaba muy concurrido; ni chocó con otros vehículos en el cruce, ya que pudieron esquivarlo.