Un grupo de ganaderos y agricultores con fincas en el término municipal de Cáceres lleva años pidiendo al ayuntamiento cacereño que preste atención al camino asfaltado que recorren a diario. El camino sale del kilómetro 8 de la carretera Cáceres-Torrejón el Rubio (EX-390). Una señal indica que faltan 36 kilómetros para Santa Marta de Magasca. Pero nada advierte del estado del firme.

Hace más de 30 años, el IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario) hizo el camino y lo asfaltó. Pero ese organismo desapareció y nadie ha vuelto a ocuparse de la vía. Según uno de los propietarios, que lleva años reclamando el arreglo, "la competencia es del ayuntamiento".

El responsable del programa de Infraestructura Rural de la Junta de Extremadura, dependiente de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, contestó que el camino depende del ayuntamiento y añadió que "la ley 12/2001 de Caminos Públicos de Extremadura vino a confirmar esa competencia". Sin embargo, desde la Concejalía de Desarrollo Local e Infraestructuras se ha informado que los servicios técnicos del ayuntamiento afirman que ese camino no es de titularidad municipal. Desde la Diputación de Cáceres también se apunta al consistorio como el competente.

"Las administraciones se echan la pelota de unos a otros y nadie se hace responsable", dice uno de los ganaderos. Los usuarios no saben de accidentes con daños personales, pero las averías de vehículos por el estado del firme son numerosas.

Uno de los ganaderos afirma que en el término municipal de Cáceres hay otros dos caminos del mismo tipo, uno que va a Rincón de Ballesteros y otro que va desde la carretera de Badajoz a la de Aliseda "y los dos están arreglados porque hubo algún tipo de colaboración entre ayuntamiento y propietarios".

El dueño de la finca Lomo de Hierro pidió permiso al ayuntamiento para arreglar los baches de toda la carretera, pero el consistorio le pedía la construcción de una carretera nueva. Finalmente, parcheó los kilómetros que llevan hasta su finca.