El pleno del Ayuntamiento de Mérida aprobó de manera inicial la ordenanza municipal de protección frente a la contaminación acústica, creada con el objetivo de que los emeritenses puedan conciliar el ocio y el descanso. A partir de ahora, a través de un mapa de ruidos se comprobará el nivel de decibelios que provocan, entre otras circunstancias, la ubicación de veladores en la vía pública y la masiva afluencia a locales de copas durante los meses de calor. Esta nueva normativa ofrecerá la posibilidad de conocer cuáles son las zonas de la ciudad saturadas de ruidos. Se trata de una ordenanza perseguida por el equipo de gobierno desde hace meses y que pretende atajar el exceso de ruido en la ciudad.

En este sentido, el gobierno local tendrá la potestad de declarar manzanas saturadas de ruidos aquellas zonas de la ciudad donde se concentren establecimientos hoteleros, lo que implicará que no se puedan abrir más. En un principio, esta medida se podría aplicar en la zona de la plaza de Los Escritores (en la barriada Los Bodegones) y en parte de la calle John Lennon. El efecto que tendrá será limitar la apertura de establecimientos de actividades clasificadas y los horarios de apertura y cierre de los mismos.