Un joven de 33 años de edad, vecino de Saucedilla, se encuentra hospitalizado en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Puerto, de Plasencia, tras sufrir un accidente laboral en la planta incineradora de animales de Almaraz.

El suceso tuvo lugar en la noche del pasado jueves, cuando el operario, A. A. R., se encontraba realizando tareas de mantenimiento en una de las trituradoras de animales de la planta de Tratamientos Almaraz, SL y cayó a una tolva utilizada como depósito de las materias de desecho. Según relataron testigos presenciales, el accidente se produjo cuando se encontraba sujeto a una escalera y sufrió un desvanecimiento por la inhalación de gases –posiblemente metano– de las reses en descomposición.

Las mismas fuentes precisaron que el empleado cayó al interior del depósito desde una altura aproximada de dos metros. En el momento del accidente, el operario no llevaba la preceptiva mascarilla ni ningún otro elemento de seguridad, como cinturón o casco, útiles que la empresa se apresuró a distribuir entre todos los empleados a partir de la jornada siguiente al suceso.

El joven fue auxiliado por sus propios compañeros y en el momento en que llegaron los bomberos de Navalmoral de la Mata se encontraba fuera de la tolva. Fuentes oficiales informaron ayer que los servicios médicos aconsejaron su traslado urgente al hospital y que fue necesario desinfectar varias veces la ambulancia en que fue auxiliado.

El empleado, casado y padre de una hija, había comenzado su jornada laboral a las 14.00 horas y trabaja en la empresa desde que comenzó a funcionar a finales del año 2005. Un familiar informó ayer que se encuentra en estado grave, entubado, con sedación inducida y ventilación mecánica. Presenta severos daños pulmonares provocados por la inhalación de gases y también han resultado afectados parte del aparato digestivo, así como los ojos.

 

SIN SEGURIDAD Compañeros del accidentado, que pidieron permanecer en el anonimato, denunciaron ayer la falta de medidas de seguridad en la empresa y un exceso de producción que podrían haber originado el suceso. "Sabemos el alto riesgo que pasamos pero tenemos que dar de comer a nuestros hijos", manifestó un empleado de la sociedad, que lamentó la ausencia total de medidas de seguridad.

Por el contrario, un portavoz de Tratamientos Almaraz SL afirmó en la tarde de ayer que los operarios disponen de mascarillas proporcionadas por la empresa y que, sin embargo, sólo las utilizan cuando saben que existe personal de la empresa que les controla. Este portavoz negó rotundamente que la empresa hubiese procedido a la distribución de mascarillas tras el accidente, tal y como aseguraron los compañeros del joven accidentado. Los trabajadores de la incineradora criticaron que la empresa llevara a cabo ayer mismo la limpieza de las instalaciones con la movilización de 10 camiones ante una posible actuación de la Inspección del Ministerio de Trabajo.

También explicaron que la planta registra una excesiva acumulación de cadáveres de animales, lo que ha contribuido a intensificar los olores en Almaraz, Saucedilla, Navalmoral, Belvís de Monroy y otros municipios próximos. Tal y como informó EL PERIODICO EXTREMADURA el pasado 19 de agosto, el Ayuntamiento de Almaraz ha iniciado gestiones para solicitar a la Junta de Extremadura el cierre cautelar de la planta, aunque la empresa asegura cumplir la normativa tras haber adoptado las medidas correctoras necesarias para poder funcionar.

Alcaldes, vecinos y trabajadores han denunciado que los problemas en la incineradora se han intensificado tras un incendio ocurrido en las instalaciones que obligó a parar la producción durante tres meses.

Además, desde hace un mes, la planta de Almaraz recibe los cadáveres que hasta ahora eran incinerados en Tarancón (Castilla La Mancha), donde la industria en funcionamiento cerró de forma cautelar tras detectarse carencias en las instalaciones. Según varios testigos, la acumulación de reses es tal, que la Unidad Medicalizada del 112 que el jueves se trasladó a la incineradora para prestar atención sanitaria al joven no pudo acceder al interior de las instalaciones dada la gran cantidad de grasa acumulada y el temor a quedar atascados.

"Había una gran acumulación de grasa y de animales muertos y al joven lo llevamos fuera de las instalaciones porque la ambulancia no entró porque se atascaba; sin duda no cumple las condiciones higiénicas", comentó una de las personas desplazadas al lugar. De hecho, la Guardia Civil se vio obligada a levantar acta para iniciar un expediente sancionador tras encontrar varios cadáveres de reses fuera del edificio.