En tiempos de crisis, cuando las cifras de paro e inflación no dejan lugar a dudas, los planes de formación para el empleo adquieren un protagonismo especial. Solo en los últimos cuatro años, más de 5.000 extremeños han pasado por el Programa de Escuelas Taller, Casas de Oficio y Talleres de Empleo (Etcote), que combina la formación teórica y práctica para desempleados y les proporciona un salario. Actualmente están en marcha 49 de estos proyectos en Extremadura. Próximamente, la Junta planea mancomunarlos para que lleguen a todas las localidades de la región, mientras los sindicatos solicitan mejoras como que las especialidades que se imparten se adapten a las necesidades reales del mercado laboral.

Los 49 proyectos que ha aprobado la Junta en la última convocatoria se concretan en 33 talleres de empleo (para desempleados mayores de 25 años), 15 escuelas taller y una casa de oficios (para jóvenes de entre 16 y 25 años en paro) y, en total, suponen una inversión de más de 30 millones de euros y en ellos participarán 1.320 alumnos-trabajadores. Estos reciben a la vez formación teórica y práctica en distintas especialidades (albañilería, restauración, jardinería, cocina…), a la vez que perciben un salario, en distintas condiciones en función del tipo de programa al que hayan accedido.

NIVEL DE INSERCION De acuerdo con los datos del Gobierno regional, el nivel de inserción de los participantes en estos proyectos está entre el 69 y el 82% en 18 meses. Para la directora general de Formación para el Empleo, Gloria González, estos datos demuestran la efectividad de unos programas que considera "consolidados", puesto que llevan ya bastante tiempo en marcha. Sin embargo, también indica que su línea futura de trabajo pasa por "impulsar proyectos mancomunados", sobre todo las escuelas taller, para que los habitantes de los municipios de menor tamaño puedan acceder a este tipo de iniciativas.

"Las entidades promotoras son principalmente los ayuntamientos –explica–, por lo que los pueblos con menos vecinos tienen más dificultades para completar el cupo de estos proyectos de empleo, sobre todo de las escuelas taller, que van dirigidas a personas de menos de 25 años". Algo que dejará de ocurrir, a su juicio, si estos municipios se unen para solicitar los proyectos a través de las mancomunidades.

No obstante, los sindicatos manejan otras propuestas para mejorar la formación para el empleo. Especialmente crítico se muestra Miguel Coque, secretario de Formación y Empleo de CCOO, quien considera que estos programas no deberían identificarse prioritariamente con el "interés social", como ocurre hasta ahora, sino con el de los trabajadores. "Los ayuntamientos, que suelen ser las entidades promotoras, aprovechan estos talleres para realizar algunas tareas (como obras, labores de jardinería), en vez de identificar las necesidades reales del mercado laboral.

También su homóloga en UGT, María José Bermejo, coincide en la necesidad de vincular estos programas con las posibilidades de inserción laboral, si bien señala que "en UGT seguimos apoyando estos planes, en cuanto a que son iniciativas de cualificación que se desarrollan sobre todo en entornos rurales". Sin embargo, también aprovecha para indicar otros posibles retos de cara al futuro, como integrar estas escuelas y talleres en el Pacto por la Formación Profesional .