El bulevar de Cañada Real se va a retomar a finales de septiembre o primeros de octubre. Será más de dos años después de que la alcaldesa inaugurara la primera fase y tras numerosos anuncios e inclusiones en los presupuestos municipales. El alcalde en funciones, Francisco Barbancho, ha anunciado la adjudicación de los trabajos a la UTE formada por Araplasa, Moliher y Marsal por un precio de 320.496 euros. El plazo de ejecución previsto es de cuatro meses y, cuando acabe la obra, Cañada Real será bulevar en el tramo final e inicial, mientras que el tramo central, a la altura del asilo de las Hermanitas de los Pobres, quedará sin ejecutar.

En un primer momento, el ayuntamiento, con la exedil de Urbanismo, Mónica García a la cabeza, anunció su intención de proseguir la primera fase por el tramo central, pero necesita parte del terreno del asilo para que no se forme un cuello de botella en la zona. El ayuntamiento consiguió en el 2006 fondos europeos para ejecutar la obra, pero no el visto bueno de las monjas –que quieren el espacio para los mayores– lo que finalmente, ha obligado a proseguir las obras por el tramo de Los Alamitos.

Sin embargo, esta fase también se ha retrasado, según indicó la alcaldesa, para no coincidir con las obras de la residencia de Alzheimer en la Hispanidad. Así, un año y cuatro meses después de acabar la primera fase, empezará la segunda y respecto a la última, Barbancho afirma que "se intentará poner en marcha lo antes posible". Por eso, insistió en que el ayuntamiento sigue negociando. En noviembre del 2007, dijo que presentarían a las monjas una buena oferta, en metálico o como permuta, pero, si no hubiera alternativa "se podría contemplar la expropiación", subrayó.