Las deudas y la delicada situación financiera de la cooperativa San Francisco Javier de La Pesga han provocado la revocación y destitución del Consejo Rector y el nombramiento de un nuevo grupo directivo. La cooperativa arrastra una seria situación económica desde las dos últimas campañas olivareras aunque el nuevo consejo se ha comprometido a sanear las cuentas y encontrar una salida económica. "Hay solución financiera si se gestiona bien la situación y vamos a trabajar en ello", según fuentes de la nueva directiva.
Los responsables actuales de la firma aceitunera aseguran que se ha llegado a esta deuda por una "pésima" gestión de los anteriores directivos. A esta situación se han unido los impagos de los compradores de la cosecha lo que ha desembocado en la celebración de sucesivas asambleas de los socios para dar un cambio a la cooperativa y encontrar una salida a la situación. Algunos socios manifestaron a este diario que "moralmente los agricultores están hundidos". El grupo de socios que ha formado el consejo rector está compuesto en su mayoría por gente joven con ganas de sanear las cuentas de la entidad.
Este nuevo grupo solicitó información sobre el estado de las cuentas "ante el cultismo del consejo anterior" y al recibir la negativa de los anteriores dirigentes iniciaron el proceso de revocación. En las últimas semanas ha sido necesario la celebración de varias asambleas donde se han producido momentos de tensión. En todas las votaciones, el denominado grupo nuevo ha obtenido la mayoría de los votos de los socios.
Una vez que se han agotado todos los plazos legales finalmente prosperó la revocación con 142 votos a favor, 70 en contra y dos nulos. Posteriormente se celebraron elecciones con una única vuelta para elegir a los representantes y la candidatura del nuevo grupo obtuvo también mayoría con 166 votos frente a los 56 de la candidatura de los anteriores gestores.
Los anteriores gestores han rehusado pronunciarse públicamente aunque fuentes próximas han asegurado que todas las decisiones se tomaron en su momento con el beneplácito y consentimiento de la asamblea de socios. El propósito de la nueva directiva es modernizar y profesionalizar la gestión y administración de la cooperativa, además de dotarla de las herramientas necesarias para trabajar "con confianza".
