En torno a 15.000 devotos, según estimaciones de la policía local, se dieron cita en la jornada de ayer en las inmediaciones del Puerto para disfrutar de la tradicional romería en honor a su patrona. Y eso que, fueron muchos los romeros que subieron por la mañana, pero al mediodía tuvieron que regresar a sus casas por la lluvia que comenzó a caer y la niebla que empezó a empañar no solo los cristales de los coches sino las caras de los devotos que esperaban desde hacía tiempo el día en el que poder ver fuera de su templo a la Virgen.

Desde bien temprano, fueron muchos los placentinos que prepararon comida y bebida y cargaron sus mochilas directos al Puerto a pasar un buen día. Pero lo que más se hizo ayer fue mirar al cielo porque las predicciones meteorológicas de toda la semana hacia el domingo se corroboran con las nubes agarradas en la montaña que preveían un buen chaparrón. Y así fue. En torno al mediodía, cuando ya muchos tenían encendida la lumbre en el campo para empezar a asar las chuletas, comenzó a caer agua y, aunque muchos aguantaron, finalmente decidieron bajar a casa "porque los niños se van a coger un resfriado impresionante", explicaba un placentino, apenado por tener que irse, informa El Periódico Extremadura.

Algunos, sobre todo los jóvenes, se quedaron esperando que "la Virgen diga que durante unas horas no llueva y así pueda salir". Aunque no iban a poder disfrutar de un magnífico día de campo, desafiaron a la lluvia y el mal tiempo y prefirieron meterse bajo las carpas de los chiringuitos.