Fidelidad mayoritaria y en ascenso. Los extremeños demostraron de nuevo por qué la región es un feudo inexpugnable del PSOE. Como hace cuatro años, el proyecto liderado por José Luis Rodríguez Zapatero logró el apoyo mayoritario de los electores de la comunidad, aumentando incluso en 4.000 votos (al 99,83% del escrutinio) el respaldo recabado en su primer asalto a las urnas. El elevado índice de participación que una vez más registró Extremadura –79,56%– benefició así especialmente a los socialistas, mientras que el PP perdió 5.000 votos a nivel regional, si bien el reparto de escaños no cambia y cada una de estas formaciones contará con cinco diputados extremeños en el Parlamento (tres por la provincia de Badajoz y dos por Cáceres).

A una distancia más que considerable y sufriendo un nuevo batacazo electoral, IU es la tercera fuerza más votada en la región con más de 20.400 votos, cerca de 4.000 menos que hace cuatro años. Le sigue, en su primera experiencia electoral, UPyD que pasa por encima de Extremadura Unida obteniendo más del doble de sufragios que los regionalistas –5.304 votos frente a 2.167–, pese a la mayor trayectoria de este último partido (fundado en 1980 y que ha llegado a tener representación parlamentaria en la Asamblea). También Los Verdes, con 2.021, estuvieron ayer a punto de sobrepasar a EU.

Así las cosas, la permanencia de Zapatero en La Moncloa puede contribuir a la materialización del proyecto de instalación de una refinería en Extremadura, de acuerdo con el apoyo al mismo que el presidente del Gobierno manifestó en el mitin del pasado miércoles en Badajoz. En ese escenario se comprometió de nuevo a crear más industrias y empleo en la región, aparte de visitarla próximamente para inaugurar el AVE. También en el 2004 se comprometía a acelerar este corredor junto con las obras de la Autovía de la Plata, cuyo último tramo a su paso por la región se inauguró precisamente el pasado viernes.

 

RECAIDA POPULAR Muy lejos de acortar distancias con los socialistas, el PP de Extremadura perdió ayer con respecto a los resultados que logró hace cuatro años. Cabe recordar que en esa anterior cita electoral, los populares ya perdían más de 15.000 votos con respecto al respaldo que alcanzaron en el 2000, cuando José María Aznar accedía a la Presidencia del Gobierno con mayoría absoluta. Al igual que aquel 14 de marzo, la supremacía socialista se refleja sobre todo en la provincia de Badajoz, donde el PSOE supera en más de 43.000 votos al PP, aunque este último gana un millar de votos. Por tanto, la pérdida de apoyo del PP se concentra (unos 6.000 votos menos) en la provincia cacereña.

En cambio, el PSOE no solo mantiene la subida de 50.000 sufragios que experimentó en la comunidad hace cuatro años con respecto al anterior proceso electoral, sino que vuelve a superarse y sobrepasa la barrera de los 360.000 votos. En consecuencia y a nivel porcentual, el 52,12% del electorado extremeño apoya al Partido Socialista (casi un punto más que en el 2004), mientras que el 42,02% hace lo propio con el Popular (tres décimas menos que en la anterior cita con las urnas). No obstante, estas cifras se traducen en la llegada del mismo número de diputados socialistas que populares desde Extremadura.

De este modo, por el PSOE los elegidos son María Antonia Trujillo y Carlos Trujillo, en la provincia de Cáceres, y José Alberto Cabañes, Francisco Fernández Marugán y Marisol Pérez, en la de Badajoz. Por parte del PP serán Carlos Floriano y Amador Alvarez, en la circunscripción cacereña, y Mariano Gallego, Alejandro Ramírez del Molino y María José Solana, en la pacense, quienes viajen a la Cámara Baja.

 

SIN SORPRESAS Tampoco el reparto de los representantes al Senado dejó ayer hueco a las sorpresas y volvió a reproducirse el tradicional tres-uno en favor del PSOE en las dos provincias (al 99,26% del escrutinio en Badajoz y el 100% en Cáceres). Y ello a pesar del supuesto intento del candidato número 2 del PP por la provincia de Badajoz, Antonio Guerrero, por colarse delante del su cabeza de lista, Manuel Atalaya de Tena, mediante el reparto de 100.000 papeletas marcadas únicamente con su nombre.

Al ser la asignación de escaños en la Cámara Alta unipersonal, Guerrero se quedó a poco más de un millar de votos de su presunto objetivo, pero fue Atalaya, con el apoyo de unos 165.700 pacenses, quien finalmente se hizo con el cuarto puesto de senador por la provincia pacense, mientras que la siguiente en la lista popular, conseguía 2.345 votos menos. Los otros tres escaños por Badajoz fueron para los socialistas Rafaela Fuentes, Vicentes Llanos y Rafael Pacheco.

Asimismo, los tres candidatos del PSOE al Senado por Cáceres –Carmen Granados, Francisco Jiménez y Ascensión Murillo– consiguieron su escaño. El cuarto fue para el número uno del PP, José Manuel García Ballestero. También en este caso los populares resultaron salpicados por la polémica, al haber aparecido más papeletas marcadas con un único nombre, aunque esta vez no solo era el de la número dos (María Dolores Marcos), sino también de Ballestero.

Como en otros comicios, el índice de participación de Extremadura volvió a ser uno de los más elevados del país. Con casi el 100% de los votos escrutados, prácticamente ocho de cada diez electores extremeños habían acudido a unas urnas que, tanto en la región como a nivel nacional, proclamaron de nuevo a Zapatero como presidente del Gobierno.