El traslado del mercadillo de los domingos de la avenida Antonio Hernández Gil, en Suerte de Saavedra, a una parcela anexa al plan parcial que se levanta en el mismo barrio junto a la carretera de La Corte, parece contar con el beneplácito de vendedores, consumidores y parte de los vecinos de Cerro de San Miguel, el núcleo de población más próximo, a tenor de las manifestaciones recogidas en el propio mercadillo y entre los residentes del citado barrio.

Las opiniones del vecindario de esta zona coinciden en su mayoría en que no ven ningún problema en el cambio, siempre que las autoridades controlen el tráfico, los aparcamientos y la limpieza. También incidieron en la necesidad de poner barreras que obliguen a reducir la velocidad, dado el intenso tráfico que hay en esa carretera y que "por las noches, aquí echan carreras", aseguraron. Algunos, incluso creen que será beneficioso porque dará más vida a la zona.

También hay opiniones en contra, como la de Carmen Cano, ama de casa que vive en un adosado de la carretera de La Corte. "No me gusta que lo traigan, porque si donde está se quejan porque ensucian, aquí será igual. ¿Y dónde aparcamos? Nos quejamos exactamente igual. Vivo aquí desde octubre del año pasado y he visto cuatro accidentes graves en el cruce; aquí por la noche hacen lo que les da la gana", explicó.

 

MAS ESPACIO Las personas consultadas entre vendedores y clientes coincidieron en que hay que aprovechar el cambio para que el nuevo mercadillo esté debidamente dotado de los servicios necesarios. E hicieron especial hincapié en el asfaltado y urinarios los primeros, y la facilidad de acceso y aparcamientos, los segundos.

Marinat Martínez señaló, en su puesto de frutas, que "aún no he visto el sitio, no sé cómo será, ni si nos cambiarán la colocación de los puestos; aquí hay mucho piso y viene mucha gente a comprar, y vienen andando desde El Cerro, Pardaleras y otros barrios y no sé si será igual si tienen que coger el coche o el autobús".

"Me parece bien el cambio siempre que nos den espacio para aparcar los vehículos y que estemos a gusto; que hagan las cosas bien", afirmó Antonio Briz, vendedor de verduras. Varios puestos más abajo se encontraba Juan Calado, vendedor de aceitunas, chucherías y frutos secos. Para él, el traslado le "parece bien, porque esto es una avenida y tiene que pasar mucha gente; si un día pasa algo será lamentable, es mejor un sitio en que no haya estos problemas". En su opinión es necesario que el nuevo lugar "esté asfaltado"; y ve un problema, que "parece que no hay espacio suficiente para aparcar y que allí hay gente que ha pagado 30 millones de pesetas por un adosado y no sé si les gustará que lleven esto allí".

Mari Carmen Cordón, compradora, manifestó que "me parece bien el traslado porque no debe estar al lado de las viviendas y eso sí, ya que lo trasladan, que lo hagan bien y sea cómodo". En su opinión, el acceso no es un hándicap. Otra cliente habitual, Trinidad Fernández, administrativa, es de la opinión que "aquí está todo muy pegado, si lo van a cambiar, que haya más espacio y nuevos servicios".