La comunidad magrebí ha reanudado las obras de la mezquita de Talayuela, que llevaban varios meses paralizadas tras la denuncia presentada por los propietarios de algunos solares contiguos al nuevo templo.

El alcalde de Talayuela, Raúl Miranda, informó ayer que los promotores, la Comunidad Mezquita Annour de Talayuela, han abierto ventanas en una de las fachadas donde no está permitido y han construido sobre un muro medianero propiedad de un particular.

A la vista de la queja de los propietarios de los solares próximos, el ayuntamiento solicitó a los promotores que paralizasen los trabajos, aunque según el alcalde "se hizo de forma verbal". En los últimos días, el colectivo magrebí ha reanudado los trabajos a pesar de que no se ha solucionado ninguno de los dos aspectos denunciados.

Miranda consideró que es probable que la paralización de la obra obedeciese más a razones de tipo económico que a la petición verbal que se formuló desde el ayuntamiento. Yahya Benaouda, imán de la mezquita, y Abdellah Errguig, secretario general de la asociación Annour, reconocieron el pasado mes de junio las dificultades existentes para levantar el templo. En aquella fecha la comunidad islámica había recaudado 130.000 euros, pero no era dinero suficiente. Se remitieron cartas a los magrebíes residentes, se visitó a los fieles puerta a puerta y se celebraron reuniones en las que se solicitaban ayudas.

La polémica mezquita, o centro cultural islámico, como lo llaman algunos, reunió en un acto de protesta, el 2 de septiembre de 2006, a medio millar de vecinos de Talayuela contrarios a su construcción. Según fuentes municipales, en los últimos días, varias decenas de magrebíes colaboraban en la construcción del templo y tras una llamada de atención ayer apenas quedaban tres operarios en la obra.