Un grupo extorsiona y coacciona a constructores para que contraten sus servicios de protección en las obras con la amenaza de que, de no hacerlo, les costará "caro". Así lo ha denunciado el sector empresarial a la Subdelegación del Gobierno y a la Comisaría de Policía, que ha abierto una investigación al respecto, según confirmaron ayer a El Periódico Extremadura fuentes policiales y empresariales.

La última acción delictiva que se le atribuye a esta banda, cuyos miembros son presuntamente vecinos de la ciudad, ocurrió en la madrugada de ayer. La maquinaria y gran parte del material de dos promociones de viviendas en construcción de la nueva urbanización Vistahermosa amanecieron destrozados. "Ha sido un trabajo premeditado por no claudicar", aseguró un representante del sector que solicitó permanecer en el anonimato. 

 La gravedad de los daños ocasionados en las obras de Vistahermosa, ubicadas en las estribaciones de la Montaña junto al Espíritu Santo, fue de tal calibre que obligó a paralizar los trabajos. Los autores del asalto inmovilizaron las grúas cortando los cables de alimentación, quemaron las casetas de los obreros, robaron cables y cortaron los de los generadores, pincharon las ruedas de todos los vehículos y otras las robaron y retiraron los plásticos que protegían de la lluvia los palés de cemento, lo que arruinó el producto de unos 90 sacos.

Las empresas afectadas aún no han cifrado el valor de los daños, aunque se estima que son "cuantiosos", ya que hay que sumar el día que han tenido que estar parados los casi 50 obreros, según fuentes cercanas a las constructoras. Miembros de la Brigada de la Policía Científica de la Comisaría de Cáceres se personaron ayer en las instalaciones para tomar pruebas y realizar una inspección ocular, informaron fuentes policiales.

El modo en que se ha actuado en ambas obras lleva al sector de la construcción a atribuir los hechos a esta banda de corte mafioso. "Se ha actuado con la intención de hacer daño, no para robar", explican desde el sector.

Antes de este suceso, concretamente la semana pasada, el sector de la construcción puso en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno y de la comisaría las coacciones y amenazas que venían recibiendo los empresarios por parte de un grupo de personas que les instaban a contratar a los guardas que ellos imponían para las obras.

Según fuentes del sector, estas presiones no son recientes y algunos constructores, explicaron las mismas, "han tenido que plegarse para no tener problemas con esta gente".