La Unidad Especial de Drones y Anti-Drones del Servicio Aéreo de la Guardia Civil (UAS C-UAS), junto con un Equipo Pegaso territorial, se ha sumado a las labores de extinción del incendio forestal de Jarilla (Cáceres), que continúa activo y en nivel 2 de peligrosidad.

Para ello, emplean drones de alta capacidad equipados con cámaras térmicas e infrarrojas, capaces de localizar focos de calor y elaborar mapeos detallados del terreno. Esta información se transmite en tiempo real a los equipos de extinción, facilitando decisiones rápidas y seguras en el operativo.

El fuego ha calcinado ya 16.780 hectáreas, según los datos de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Este jueves participan en las labores de extinción 481 efectivos, entre ellos 26 unidades de bomberos forestales, 19 medios aéreos, ocho maquinarias pesadas, seis agentes y seis técnicos.

A los recursos extremeños se suman efectivos de la Diputación de Cáceres, la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y profesionales procedentes de varias comunidades autónomas, así como equipos internacionales de República Checa, Alemania y Eslovaquia. También colaboran Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Civil y el 112.

La utilización de drones permite a la Guardia Civil ofrecer una visión más precisa del incendio, detectar zonas de riesgo y coordinar la intervención de los medios terrestres y aéreos. Además, el control de drones no autorizados en el espacio aéreo es esencial para evitar interferencias que puedan poner en peligro las operaciones de extinción.

El incendio, que sigue activo, continúa generando gran preocupación en la zona por su magnitud y extensión.