Vecinos de El Torno y Jarilla llamaron anoche a la población a sumarse a las tareas de extinción con herramientas domésticas, mientras el experto en incendios forestales Francisco Castañares lanza una dura advertencia sobre el riesgo de estas prácticas.

La convocatoria circuló en redes sociales pasadas las diez de la noche. Bajo el título “Organización incendio”, se animaba a los voluntarios a concentrarse a las 7:30 de la mañana en la zona de Las Vaquerizas, en El Torno, con todo tipo de herramientas caseras: palas, azadas, mochilas de fumigar, hachas, motosierras, ramas para improvisar batefuegos, sopladores de hojas o incluso desbrozadoras para cortar cortafuegos.

El mensaje, acompañado de un listado de consejos de seguridad, recomendaba usar ropa de algodón o lana, gafas de esquí, guantes de albañil y botas resistentes al calor. También pedía colaboración para transportar agua potable y colirios, al considerar que “la logística nunca llega a tiempo” y que “España se está arrasando”.

Frente a este llamamiento vecinal, el experto en incendios Francisco Castañares ha lanzado una advertencia tajante: “Esto es una temeridad. Los voluntarios no profesionales no pueden ni deben enfrentarse a un incendio como el de Jarilla. El pueblo no salva al pueblo”.

Castañares subraya que este fuego “no es un incendio normal”, y compara la situación con “querer parar una bomba atómica con picos, palas y hachas”. A su juicio, las llamadas a la población para actuar por su cuenta constituyen “una irresponsabilidad tremenda” que puede acabar en tragedia, y ha recordado que pueden poner en peligro sus vidas.

"Las guerras de guerrillas con picos, palas, hachas, segurejas, hoces y martillos están muy bien para enfrentarse al invasor, pero no para enfrentarse a la bomba atómica", ha dicho Castañares.

El especialista recuerda que la única conducta sensata es acatar las indicaciones de los servicios de emergencia: “Si les dicen que se confinen, métanse en casa. Si les dicen que evacuen, háganlo. Imprudencias temerarias no, por favor, y mucho menos colectivas”.

El incendio de Jarilla ha arrasado ya miles de hectáreas y mantiene en vilo a varias localidades del norte de Cáceres. Las autoridades insisten en que el operativo de extinción está en marcha con medios terrestres y aéreos, y piden a la ciudadanía máxima prudencia.