Cáceres cuenta desde hoy con un “Paseo de los Valientes”, ubicado en el Parque del Rodeo, enmarcado dentro del programa contra el bullying “Cáceres, ciudad de los valientes”, que se ha puesto en marcha por primera vez este curso impulsado por el ayuntamiento y apoyado por la Delegación Provincial de Educación con el objetivo contribuir a mejorar la convivencia en las aulas y acabar con el bullying.

El concejal de Educación, Jorge Suárez, ha asistido a la colocación de la placa recibida por el colegio Castra Caecilia como ganador de la primera edición del programa en este “Paseo de los Valientes”, acompañado por la coordinadora del proyecto en el centro, Susana Sánchez, y profesorado y alumnado.

Suárez ha destacado que “este paseo es una acción más de este programa contra el bullying, a favor de la salud mental, y que todos los niños se vean representados y no haya ninguna diferencia entre ellos en las clases. Todos debemos luchar por la igualdad, y tener esa conciencia de que tenemos que ayudarnos los unos a los otros”.

Su nombre se lo debe al colegio ganador, el CEIP Castra Caecilia, "queremos que perdure en el tiempo porque es un trabajo que se ha estado realizando durante todo este curso donde los niños han hecho un esfuerzo importante. Y que a lo largo de los años se vea representado que ellos fueron los primeros me parece algo muy importante”.

Sánchez ha explicado que han sido muchas las clases que han participado, “hemos formado un equipazo, y estamos muy contentos de habernos llevado el premio, los niños han visto recompensado su esfuerzo y trabajo. Cada clase ha trabajado sobre los valores de compañerismo y diversidad, que ellos mismos sean los que controlen y valoren los compañeros que tienen, si surge cualquier conflicto sean ellos los protagonistas de cómo resolverlo. Los docentes hemos sido guías y hemos hecho diferentes actividades para que queden reflejadas en el centro y en el proyecto”.

Es un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Cáceres y apoyado por la Delegación Provincial de Educación, que tiene por objeto contribuir a mejorar la convivencia en las aulas y acabar con uno de los problemas que más preocupan a los padres y madres que tienen hijos en edad escolar: el bullying.

En esta primera edición  se han implicado 16 centros educativos y más de mil alumnos. Se trata de un proyecto que cambia radicalmente la manera de afrontar el problema del acoso en las aulas. Pretende poner el foco en el alumnado que se esfuerza, que ayuda a los demás y que no pega ni insulta. Dotar de atractivo la no violencia, premiar y reforzar a los alumnos y alumnas que ayudan y que se posicionan del lado de la víctima y en contra del agresor.