El Teléfono de la Esperanza de Badajoz atendió durante los seis primeros meses del año en torno a 3.000 llamadas, unas 500 más en relación al semestre anterior, en muchos casos para abordar problemáticas familiares o económicas.

Durante este periodo descendieron, no obstante, las llamadas relacionadas de una forma directa con el coronavirus y con la pandemia, según ha explicado el presidente del Teléfono de la Esperanza pacense, Alvaro Cancho.

En concreto, de las más de 600 llamadas específicas relativas a esta cuestión (temor a brotes o a medidas restrictivas, dudas sobre las medidas de protección) durante el anterior semestre, se ha pasado a unas 70.

No obstante, Cancho ha reconocido que la pandemia puede influir en las llamadas realizadas para abordar problemáticas económicas y laborales o situaciones familiares como consecuencia de estas circunstancias de deterioro del trabajo o de los ingresos.

"En muchas ocasiones todo va ligado, los problemas familiares pueden ir unidos a los económicos... cuando todo va bien en la provincia, en la región y en el país desciende el número de llamadas, cuando las cosas están peor aumentan”, ha señalado.

Durante el año, una de las situaciones abordadas que más se han incrementado han sido los problemas familiares, como ha explicado.

Este aumento en el número de llamadas también se ha producido como consecuencia de las iniciativas realizadas por el Teléfono de la Esperanza para acercarse aún más a la población, por ejemplo a los colectivos más jóvenes, a través de las nuevas tecnologías y de las redes sociales.

En cuanto al colectivo de los mayores, se han llevado a cabo también proyectos como los talleres “Escuchar a nuestros mayores”, donde era la propia entidad quien contactaba con los ciudadanos, los cuales previamente daban su consentimiento, todo ello asegurándose la máxima confidencialidad.

Esta iniciativa fue “todo un éxito", pues se llegó a 200 personas, mayores que en muchos casos vivían solos durante los momentos más duros de la pandemia y a quienes por tanto se les acompañó y se les dio apoyo emocional.

Todas estas ideas han permitido que más ciudadanos y colectivos conozcan el Teléfono de la Esperanza pacense, ha destacado.

Entre algunos de los datos que arrojan las llamadas durante el año, un 63 por ciento han sido realizadas por mujeres, mientras que la horquilla de edad más habitual a nivel general es la ubicada entre los 45 y los 65 años.