El herido va mejorando pero continúa con dolores debido a las fracturas en los dedos de ambas manos al frenar los ataques con el palo, y de escápula, junto a contusiones en cabeza y cuerpo.
Fue un apasionado de la ciudad de Cáceres, y uno de sus mejores divulgadores y defensores. Varias generaciones de cacereños conocen los inigualables valores de Cáceres gracias a él.