El robo fue meticulosamente preparado por un grupo criminal, que empleó una herramienta tipo maza para fracturar la mampara o escaparate del establecimiento, logrando así acceder al interior del local.

La víctima denunció ante la Policía Nacional el robo llevado a cabo por cuatro individuos que lo golpearon con barras de hierro.

Al parar el vehículo, el menor iba acompañado por su madre, la cual era consciente de que su hijo no podía conducir.

Los arrestados están acusados de una serie de delitos cometidos durante una huida que puso en peligro a varios ciudadanos.

Sustrajeron herramientas valoradas en 5.000 euros en las obras del tren de alta velocidad.

Dos de los ocupantes, durante su identificación, manifestaron cierto grado de inquietud, llegando, incluso, a mostrarse reacios ante la inspección de su equipaje.

En el registro del ciclomotor y posterior cacheo superficial de esta persona, hallaron dos tabletas de polen de hachís.

Los tres detenidos, con antecedentes por hechos similares, fueron puestos a disposición judicial, quien decretó su ingreso en prisión.

Los detenidos, con antecedentes por hechos similares, fueron puestos a disposición judicial y han ingresado en prisión.

Por este motivo, fueron detenidos los responsables que trabajaban en los establecimientos, acusados como presuntos responsables de un delito contra la salud pública, concretamente por tráfico de drogas.

En la fase de explotación se han llevado a cabo dos registros en los que se han rescatado un total de 46 cachorros.

La operación, denominada 'Cerro del Viento', se inició tras la investigación realizada por el Puesto de la Guardia Civil de Azuaga, quienes detectaron que la pareja vendía y distribuía sustancias estupefacientes desde su vivienda.

Al percatarse de la presencia policial, los individuos emprendieron la huida a pie, siendo interceptados poco después por los agentes.

En la denominada 'Operación Carmín', los agentes han liberado a seis mujeres que eran explotadas sexualmente en dos pisos en la barriada de Nuevo Cáceres de la capital cacereña.

Proporcionaron un aceite de mala calidad y alto índice de acidez, denominado “lampante”, en lugar del resultante de las aceitunas entregadas para su transformación en aceite.

Los agresores abandonaron a la víctima en la zona de Pardaleras antes de huir con su vehículo, que luego quemaron cerca del azud del río Guadiana.

El grupo operaba en diversos municipios alrededor de la localidad de Cáceres y se dedicaba a la venta de hachís, cocaína y marihuana.

Las personas detenidas no utilizaban equipos de protección individual ni seguían las medidas de seguridad exigibles para la manipulación de este tipo de residuos peligrosos.

Uno de ellos ocultaba en un bolso de mano una tableta de polen de hachís.

Los detenidos actuaban siempre del mismo modo: seleccionaban casas de campo en las que no hubiera nadie, forzaban puertas y ventanas para entrar y sustraían todo tipo de objetos de valor,