Un equipo de cuatro anestesiólogos, un médico de familia especializado en el dolor y dos enfermeras, es el que está al frente de la Unidad del Dolor que ha abierto sus puertas este lunes 24 en el hospital Santa Justa, después de que el centro hospitalario haya pasado al SES.

Un centro que atiende a pacientes de toda el área sanitaria y que aglutina en un solo espacio la unidad intervencionista con el dolor convencional; dotado de todo lo necesario para un desarrollo óptimo de la labor de los profesionales y la mejor atención a los pacientes de la unidad.

En la visita al centro, el alcalde Miguel Ángel Gallardo ha subrayado que la situación vivida meses atrás cuando la empresa que estaba al frente del centro sanitario decidió dejar la gestión; “fue de las peores situaciones que he vivido como alcalde. Antes ya nos había dado problemas el centro, porque la masa crítica de la sanidad privada es relativa”.

Cuando la empresa decidió dejar el centro, añade, “fue cuando la Junta de Extremadura tenía que liderar la integración al SES. Un centro hospitalario que le va a hacer un buen servicio para mejorar la calidad en el área, que tiene necesidades. Cuando esté completado el hospital, dará respuesta a algunas de las necesidades que el área sanitaria tiene”.

Por su parte, Javier Valadés, gerente del área sanitaria, señala que era necesario poner en marcha una unidad del dolor intervencionista como la que se ha generado en el área de salud. “Estamos muy orgullosos y satisfechos del desarrollo y sobre todo por centralizar en un único espacio la unidad intervencionista con el dolor convencional. Todo ello en un lugar confortable y seguro y en el que los profesionales y pacientes accederán con facilidad.  Es una ventaja para todos”.

La puesta en marcha de esta unidad, subraya Valadés, “es un objetivo cumplido, porque quienes se beneficiarán serán los pacientes, contando con un espacio específico para tratar el dolor. Algo que en Extremadura actualmente es deficitario”.

Enrique del Cojo, jefe del servicio de Anestesiología del hospital comarcal Don Benito-Villanueva está al frente de esta unidad que funciona desde enero de 2021. Se puso en marcha, explica, después de la pandemia para atender a pacientes con un incremento de patologías.

Una unidad en la que se adaptan los tratamientos a la idiosincrasia del paciente. Del Cojo explica que el dolor es el síntoma más prevalente. De hecho, indica, “el 80% de los pacientes que acuden a urgencias es por dolor. Un dolor que, en la mayoría de los casos, es tratable”.

La unidad tiene mucha actividad desde que se pusiera en marcha en el hospital y “disponer de un espacio como este en Santa Justa representa un oasis en el desierto. Es una oportunidad muy importante, porque cuenta con una dotación muy importante, con sala de despertar, quirófano, hospital de día, y otras dependencias que facilitan el tratamiento a los pacientes”.

Del Cojo destaca que esta nueva unidad es “una infraestructura aprovechable no solo para el área sanitaria Don Benito-Villanueva, sino que podemos encargarnos de ser referencia autonómica o provincial del dolor intervencionista”.

Respecto a la atención que se presta, indica, es prácticamente personalizada y adaptada a cada paciente. Un porcentaje alto de pacientes de columna necesita ser visto y con una actuación conservadora, a través de la piel y no quirúrgica. “Tenemos muchos pacientes de este tipo y tratamos de solucionar el problema en muchos casos, y en el peor de los casos, retrasar por ejemplo una cirugía”.

A ello se suma, añade, el que “es una oportunidad grande el que se cuente con fisioterapia, que es un complemento al tratamiento del dolor. Por ejemplo, en el caso de pacientes con tratamientos musculares a los que tratamos con infiltración, es un tratamiento que tiene que ser mantenido en el tiempo gracias a las técnicas de rehabilitación. Se da así una continuidad más eficiente”, explica.