Guillermo Fernández Vara (PSOE) o María Guardiola (PP); la presidencia de la Junta de Extremadura dependerá del voto de 86.000 ciudadanos extremeños que podrían decantarse en estas dos últimas semanas de campaña electoral para las elecciones autonómicas.

Y es que la campaña que arrancó el pasado viernes tendrá una influencia decisiva en los resultados del 28-M, según un análisis realizado por la Consultora de Comunicación y Asuntos Públicos Stratego que se basa en los sondeos postelectorales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Más de un 14% de los votantes extremeños elige su opción electoral durante la campaña y en el caso de que se produjeran las mismas circunstancias que en los comicios de 2019, esto supondría que en la campaña electoral de las próximas elecciones autonómicas extremeñas podrían estar en juego unos 86.000 votos. A pesar de ello, Extremadura es una de las comunidades autónomas en las que menos votos se ‘movieron’ en la campaña autonómica de 2019.

Con los resultados de 2019 en la mano, estos 86.000 votos no habrían resultado decisivos, ya que el PSOE (286.563 sufragios) sacó al PP (168.589) casi 118.000 votos de diferencia. Pero la última encuesta del CIS cierra esta horquilla y, aunque resulta imposible conocer el número de votantes de los próximos comicios, las cifras de la encuesta del departamento que dirige Tezanos indican que el PSOE de Extremadura obtendría entre 28 y 29 escaños y el Partido Popular sumaría entre 24 y 26 diputados. Por tanto, en las elecciones del 28-M sí serán determinantes los indecisos que estos días valoran a quien votar.

Según este análisis, los sondeos postelectorales de las últimas elecciones autonómicas revelan que Extremadura es la comunidad autónoma donde menos voto se moviliza en esas dos semanas, puesto que en 2019 casi el 86% llegó a la campaña con una decisión tomada. Un 8,7% se decantó durante la primera semana de campaña, un 3,7% en la semana previa a los comicios, y un 1,8% el mismo día de las elecciones.

El consultor de Stratego Juan Francisco Caro explica que “se tiende a pensar que las campañas electorales no sirven para nada, pero los partidos y sus responsables de campaña son muy conscientes de estos datos, y por eso en las campañas se pelea hasta el último momento”.

Si analizamos lo ocurrido en el conjunto de España en las últimas elecciones generales celebradas en noviembre de 2019, el sondeo postelectoral del CIS señala que solo el 74,1% de la población tenía decidido su voto antes de la campaña, mientras que el 9,8% se decidió en la primera semana de campaña electoral, el 10,4% en la semana previa a los comicios… y el 5,5% el mismo día de las elecciones.

En el conjunto de las comunidades autónomas que celebran elecciones el 28 de mayo, esto supondría que en la campaña electoral podrían estar en juego más de 2,9 millones de votos que oscilan entre los 880.000 de Madrid y los 640.000 de la Comunidad Valenciana y los 61.000 de Navarra y los 50.000 de La Rioja.

Algo a tener en cuenta en un escenario electoral como el actual en el que todas las encuestas apuntan a una gran igualdad y a que las mayorías parlamentarias pueden decidirse por diferencias mínimas en muchas comunidades y ayuntamientos.